La Religión en la escuela


Serenus Zeitbloom

Leo en Albayalde un post dedicado al asunto de la Religión en las escuelas. El autor refiere que las primeras noticias que tuvo de Feuerbach, Marx y Nietzsche fue en las clases de Religión. Le creo; pues yo era profesor en esa época en la que, puesto que se enseñaba Filosofía en las clases de Religión, quizá a mí me correspondía -para compensar- hablar de Dios y de religión en las clases de Ética y Filosofía. Como lo oyen, así estaban las cosas en ese tiempo.

También fui alumno de Religión -eso fue mucho antes. Aunque, si soy sincero, no recuerdo de manera muy precisa de qué hablábamos en las clases de Religión, sólo me llegan jirones de memoria sueltos e imprecisos: la caridad, el diablo, la Copa de Europa y el Real Madrid, la pobreza, la crisis de vocaciones, el divorcio y el aborto… Pero a Feuerbach, a Marx y a Nietzsche yo los conocí en la clase de Filosofía, la asignatura de Ética no existía por entonces y todos los alumnos recibíamos enseñanza de Religión impartida por un cura católico; sólo estaban exentos algunos casos muy particulares de alumnos que profesaban otras confesiones religiosas. Yo que por entonces era bastante aguerrido solía ser muy participativo en las clases y esperaba obtener al menos un siete a final de curso; lo cierto es que me encontré con un sorprendente «exento» en las calificaciones de junio. Curioso, porque yo había asistido a todas la clases y no había solicitado ninguna exención; parece que fue el cura quien decidió «objetarme» por su propia iniciativa y criterio -y sin pedirme consentimiento-. No le tuve en mala estima entonces, ni le guardo rencor, a pesar de quedarme sin el merecido «siete» y de lo engorroso de tener que justificar en casa ese extraño «exento». Por lo demás los curas que yo tuve como profesores eran personas, en general, afables, de fácil trato, más comprensivos que autoritarios, y creo que éramos nosotros, los alumnos, quienes les complicábamos más la vida a ellos que ellos a nosotros. En resumidas cuentas, la asignatura era considerada por todos nosotros como lo que vulgarmente se llama «una maría» y así trascurrían las cosas.

Cuando fui profesor las cosas habían cambiado, la objeción a clase de Religión Católica estaba claramente reconocida para cualquiera que lo desease (y no sólo por motivos de conciencia religiosa del alumno, o del cura, que por lo vivido parece que siempre tuvo la potestad de objeción activa). Y para ocupar a estos muchachos se introdujo esa Ética (que impartí en mis primeros años de profesor) que era alternativa a esas clases de filosófica religión que refiere Alejandro. Las cosas siguieron cambiando (como no puede ser de otro modo) y la Ética pasó a ser materia común obligatoria (lo cual no dejó de molestar a algunos sectores para los cuales parece que la posibilidad de una moral separada de la religión católica no puede anunciar otra cosa que heteronomía, manipulación ideológica… para qué vamos a seguir con la retahíla). De todas formas, como la asistencia a las filosóficas clases de Religión diseñadas e impartidas por la Iglesia católica siguió siendo opcional, para los que no tenían ese gusto se propuso una alternativa a la Religión no confesional, donde estudiar el budismo, el hinduismo, el taoísmo… y otros ismos. Las cosas siguieron cambiando… A muchos nos parece que el derecho de algunos a recibir clases de Religión Católica (con fundamento filosófico o sin él) no debía obligar a otros a cursar ninguna otra materia, ya fuese de taoísmo, ecologismo o cocinismo.

Lo cierto es que la Iglesia católica sigue teniendo a su disposición muchos recursos públicos, profesores seleccionados por la propia Iglesia, pero pagados por el Estado como cualquier otro funcionario… Centros públicos de los que pueden hacer un uso tan libre y completo como cualquier otro departamento, y una materia que es opcional ¡en todos los cursos con excepción de 2º de Bachiller! Así pues, no temamos por la Filosofía… la reflexión y la libertad, que están garantizadas.

Ustedes quizá piensen que es una situación de privilegio. Pocas materias están tan presentes en el currículum escolar. Pero no sólo es de oferta obligatoria, además la materia se imparte con independencia del número de alumnos que la elijan, mientras el resto de optativas compiten entre sí y su presencia depende de unos mínimos de matriculación, de las posibilidades del centro y del aumento de recortes generado por la crisis. La materia de Religión es ajena a todas estas coyunturas más o menos azarosas. Alumno que la solicita, alumno que la cursa con todas las de la ley. ¿Privilegios? Qué va. La Iglesia y muchas familias católicas se sienten asediadas, incluso a veces discriminadas. Ocurre que, efectivamente, los alumnos que escogen Religión son más bien pocos y además la tendencia es a reducirse cada vez más. ¿Por qué ocurre esto? Ni las familias católicas, ni la Iglesia, parecen plantearse la posibilidad de que estén haciendo algo mal. Al contrario ellos piensan estar haciéndolo estupendamente; encuentran, por ejemplo, su enemigo en la hora de alternativa reservada para los que no cursan Religión: que si se les beneficia, que si no hacen nada, que sí hacen pero adelantan otra materias, que si se van a casa, que si no los evalúan, que si sí… Y, claro, dicen ellos, cada vez más alumnos rehúyen la Religión.

Ésta es la manera en que argumentan muchos padres y madres de familias católicas y también la Iglesia. Lo cual muestra lo siguiente: esos padres tienen dificultades (o son simplemente incapaces) para convencer a sus hijos de que se matriculen en Religión, la Iglesia tiene dificultades para convencer a sus feligreses de que matriculen a sus hijos en religión. Y han tenido una genial idea: son los no creyentes los que tienen que resolverles la papeleta. Por ejemplo: todo sería más fácil si se tratase de elegir entre diez azotes o clase de Religión. Vale, vale, estoy exagerando. Bastaría que quien no quiera religión confesional estudie religión desde un punto de vista no confesional: taoísmo, judaísmo, catolicismo, calvinismo, budismo, filisteísmo. Pero: ¡Que todo el mundo estudie religión y evaluable!

Lo curioso ( y gracioso) es que es un problema interno entre la Iglesia y sus fieles, sea por su falta de fe, de compromiso, de interés… pues nadie les impide matricularse en religión y además con todas las ventajas. Pero ese problema interno quieren resolverlo a costa de los otros. Y encima con victimismo y descalificando -y queriendo obligar- al que simplemente ni le va ni le viene el asunto. Ya sea porque no es creyente o creyente de otra confesión o ferviente creyente que visita el centro parroquial a partir de las siete de la tarde.

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Categorías: Crónicas del País de las Maravillas, Diagnósticos

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74 comentarios en “La Religión en la escuela”

  1. 22 febrero 2011 a 9:20 #

    Hace tiempo escribí sobre el tema considerando a los afectados, los que tienen que «cursar» (por llamarlo de alguna manera) alternativa a la religión, un pegote que se imparte porque no hay alternativa real en el curriculum. Esta hora está vacía de contenidos, eso sí no es posible que se llene de materia curricular de apoyo por no sacar ventaja a los que estudian religión.
    Creo que la alternativa más justa sería que la religión saliese fuera de las escuelas, educar en la fe en otros entornos que son los que tienen realmente que ocuparse del tema, es decir , la familia y la Iglesia.
    Este es un lastre muy pesado del que hay que desquitarse, pero no veo yo que esto avance… Entre tanto hay niños que están rellenando la hora de religión con actividades varias en función del tutor y las ganas que el tutor tenga….

  2. 22 febrero 2011 a 11:46 #

    Hola serenus, me has hecho recordar mis años mozos en el cole dando religión 😉 . Estoy de acuerdo contigo, adoptan la teoría del victimismo en previsión de lo que pueda pasar… Sin embargo, aquí en Castilla-La Mancha, el «lo que pueda pasar» ya ha llegado, y no les ha ido mal del todo. En 2º de Bachillerato no tenemos tutoría, sino clase de religión, optativa, eso sí. La optativa a la clase de religión es la «nada». A pesar de eso, disponen de su quorum cada día. Manifestaciones religiosas bajo el pretexto de la tradición y de que «no hacen daño», hacen que oponerte a ellas bajo el amparo de la ley suponga que seas tú el intolerante.
    Padres progres, compañeros progres, me refiero, que llevan a sus hijos a coles concertados en lugar de a públicos, o que estando en el público los matriculan de religión… (conociendo a la doña que da religión en mi centro…).
    En fín, un mundo de incoherencias. Estamos gobernados por políticos que anteponen la tradición a ley bajo el pretexto de.. no hace daño.
    Como anécdota, en una estancia de mi IES, hicieron retirar un crucifico a la sempiterna que ocupaba dicha estancia. Como compensación, puso un poster, en el lugar del crucifijo, con el Cristo crucificado de Velázquez… Ahí queda eso. Sin embargo, el intolerante soy yo por protestar y no tener sensibilidad artística (coño, acabo de acordarme que imparto historia del arte en 2º de bachillerato… ).
    Un saludo, me ha encantado tu post

    • serenuszeitb
      23 febrero 2011 a 13:15 #

      Gracias por el cumplido, me doy por satisfecho si te he proporcionado un momento agradable, aunque solo fuese por traerte el recuerdo de los tiempos mozos aquellos…. 😉

      Saludos

  3. 22 febrero 2011 a 11:47 #

    Por cierto, totalmente de acuerdo con Sigrid

  4. Atticus
    22 febrero 2011 a 16:17 #

    Aquí hay dos cuestiones distintas (aunque finalmente confluyen):

    a) El célebre Conconrdato, que obliga a la administración española a ofertar la asignatura.

    b) La (supuesta) asignatura optativa.

    Parece que en el primer asunto hay poco que decir. Gobierno tras gobierno, nadie se atreve a meter mano al asunto, esto es a renegociar los términos del acuerdo por los que un país extranjero impone su ideología en los planes de estudio de otro país. Como mucho, y para tener contentos a tirios y a troyanos, los gobiernos «puentean» el acuerdo, esto es, vacían de contenido la asignatura confesional por aplicación de una alternativa nihilista y nihilizante. Naturalmente, eso provoca la ira de los partidarios de la religión en las aulas, que braman desde la COPE, La Razón y púlpitos varios, pues tontos no son y poderosos un rato. Ven claro que si es Religión o Nada, la mayor parte del muchacherío elegirá la nada. Que una cosa es tener fe y otra muy distinta ponerse a estudiar.

    De todos modos, desde el momento en que hay Religión o Algo, aparece el problema. Como profesor de filosofía, ya advertí hace tiempo que la Etica quedaba contaminada de entrada, pues nada apoyaba que fuera alternativa a la Religión, a no ser que cualquier cosa deba rellenar ese tiempo para que los fieles (poco fieles en este caso) no huyan hacia asignaturas menos trabajosas. Igual que era la Ética podía ofertarse Alemán Oriental, Geología Euclidiana o Ebanistería del metal. Porque los alumnos que podían hacer Religión también podían ir a Ética, no hay incompatibilidad.

    Obviamente, la cosa que hay ahora, más o menos una guardia bienintencionada, ahuyenta a los (poco) fieles de su asignatura, pese al lujo de poder tener un solo alumno, privilegio éste reservado a pocas asignaturas. Pero, en cualquier caso, esto no es culpa de los profesores ni de los gobernante. A estos, como mucho, se les puede atribuir su incompetencia organizativa, pero no la quebradiza e inconstante fe de los adolescente. Olvidan nuestros obispos que la religión es su cosa, y ninguna otra, que esas horas podrían dedicarse a otras actividades, que buena falta hacen. Olvidan también que tienen a su disposición las iglesias (o mezquitas, o sinagogas…) para adoctrinar a voluntad, que no son perseguidos ni mucho menos mártires.

    De modo que librémonos de una vez de estos prejucios que asumimos sin motivo: rechazar la religión en las aulas no es rechazar la religión. En modo alguno. Por último, no estaría de más utilizar esas horas para aumentar la cultura religiosa que los alumnos no tienen, y que tanto necesitamos en asignaturas como Filosofía, Literatura, Historia o Arte. Y esto no es lo mismo que dar clase (militantemente) de Religión.La información no es lo mismo que el adoctrinamiento. Y si no adoctrinan, bien, que se plieguen a los criterios generales de selección del profesorado y libros de texto.

    • José Miguel
      22 febrero 2011 a 16:24 #

      «Atticus» tiene una «peculiar» manera de interpretar la primera cuestión.

      • Atticus
        22 febrero 2011 a 20:02 #

        ¿Peculiar? El DRAE define tal palabra así: «Propio o privativo de cada persona o cosa». No me parece que sea privativo de un servidor. A no ser que las comillas le añadan un plus semántico que se me escapa.

        Añado en todo caso una peculiaridad: no se puede enseñar la fe, que es un don (eso sí: tampoco entiendo por qué el Altísimo obsequia a unos sí y a otros no), pero si la religión. Suele decirse que la Religión es privada y particular, pero no es así: la religión es pública: tiene una organización, festividades, ritos… Por eso, nada tiene de malo enseñar Historia de las Religiones, incluso haciendo hincapié en la católica, por una cuestión de proximidad cultural. Al contrario, es muy necesario. Lo que tiene «bemoles» es que los obispos seleccionen a sus profesores, los despidan a voluntad y encima los paguemos todos. De manera que yo abogo por jugar todos a lo mismo y con las mismas reglas. No sé si será una peculiaridad, pero tengo la costumbre de pensar por mí mismo, a veces coincido, pero no siempre, ni eso me hace plegame a la mayoría. Me lo enseñó Kant. Maestros que tiene uno.

    • Jesús San Martín
      23 febrero 2011 a 8:03 #

      Atticus
      Sólo a usted se le ocurre pensar por sí mismo. Eso es muy subversivo y le meterán en la cárcel. No conforme con ello, tiene como Maestros a clásicos como Kant. ¿Cómo se atreve a decir usted estas cosas en alto? ¿No es consciente del peligro que corre?

      • Atticus
        23 febrero 2011 a 8:49 #

        Así me va. Pero es que ser profesor tiene mucho de subversivo: deben aprender a pensar. Es esto lo que me enseñó el königsbergiano, además del imperativo de autonomía moral. Obviamente, indico a mis alumnos que se dediquen a pensar, y no a «piensear». Esto, naturalmente, no les va a dar grandes alegrías, pues, como decía Deleuze (este no es de mis maestros, pero aquí me vale), la filosofía sirve para entristecer, pues ¿cómo ser estúpidamente feliz cuando uno utriliza la razón?

        «Sapere aude!» («Atrévete a pensar»): tal lema debería presidir la entrada de todo colegio o instituto.

        Tomo el nick de Atticus, como dije en otro comentario, del Atticus Finch de «Matar a un ruiseñor»: ése sí que pensaba por sí mismo y era consecuente con sus actos, además de un excelente padre. Por cierto, el libro y la película son inmensas lecciones de ciudadanía, en el mejor de los sentidos del término.

        Y disculpe usted, señor San Martín, si mi comentario al suyo ha podido parecer hiriente o molesto.

      • Jesús San Martín
        23 febrero 2011 a 10:49 #

        Así me va, no, así nos va a todos los deseducativos.
        A quien podrá herir, y espero que hiera, es a los que “piensean” en el pesebre.
        Utilizando la razón no se puede ser estúpidamente feliz, pero sabiamente tampoco, visto lo que la razón nos muestra de esta sociedad.

        Un saludo

  5. 22 febrero 2011 a 20:30 #

    Ciertamente, la religión debería estar fuera de los centros educativos. Sin embargo cada vez parece más arraigada gracias a los distintos desgobiernos que no se atreven a revisar los ya rancios acuerdos con la Santa Sede, como se ha dicho, impuestos por un estado a otro. Por si fuera poco, pagamos el profesorado que los obispos nombran a dedo, sin pasar una oposición y cada vez con más privilegios en la escuela, como la posibilidad de ostentar cargos directivos.
    Es verdad que aún son «mayoría» los alumnos que así lo solicitan, como serían mayoría los que elegirían «Visionado de partidos de fútbol» si la otra opción fuera quedarse en el centro haciendo cualquier otra cosa. ¿Y si no hubiera optativa, cuántos alumnos asistirían a clase de religión? ¿Si se impartiera fuera del horario escolar para quienes lo deseen?
    Bastante se mete la iglesia en nuestras vidas, como para tener que seguir tragando con que se meta, que siga metida, también en los centros educativos donde no sé qué aportarán desde institución tan singular. Desde luego valores democráticos no muchos. Y eso sin entrar a hablar de Rouco la COPE, Intereconomía y demás familia. Amén.

  6. 22 febrero 2011 a 22:01 #

    Siendo España un estado aconfesional y estando claro que la religión es una cuestión de creencias, muy respetables mientras sean respetuosos, pero, repito, creencias y pertenecientes por tanto al ámbito de lo particular y personal, por muchos y discutibles concordatos que tengamos firmados con la Santa Sede, nos atrevemos a decir:
    1.- Que la religión no debería estar en la enseñanza española, ya que sus programas imparten doctrina particular, y no conocimiento universal, que es lo deseable en los centros educativos. Esta idea la desarrollo en el siguiente enlace:
    http://papabloblog.blogspot.com/2009/11/ciencia-convivencia-y-creencia.html

    2.- Que en España se está cometiendo una terrible injusticia contra los alumnos que no son de religión, a quienes se impone una asignatura obligatoria para compensar chapuceramente el absurdo de que haya religión en los centros, pero, claro, como ellos no tienen templos, obispos ni homilías que los aglutinen… Los derechos de estos alumnos se pisotean sin sonrojo, vean:

    http://papabloblog.blogspot.com/2010/11/me-comunican-por-aqui-numero-5-12-de.html

    3.- Que el victimismo de la iglesía en este asunto, con su constante denuncia de agravios tan reales como los molinos de viento de don Quijote, constituye una repugnante muestra de juego sucio y chantaje político, toda vez que, además, las consecuencias de ese victimismo suelen pagarlas las azacaneadas víctimas verdaderas, que no son otras que los alumnos que no dan religión.
    4.- Que la iglesia, además, es terriblemente hipócrita, pues con mantener la asignatura en los centros persigue antes un fin de predominio político que de desarrollo serio de unos programas, ya que a menudo la religión que se enseña en los centros va envuelta en una sonrojante oferta clientelar, cuyos principales pilares son los siguientes: nada de estudiar y aprobado general.
    5.- Que por si fuera poca la demagogia e irresponsabllidad de nuestros políticos al mantener este anacronismo, amenazan con llevarla más lejos y, amparándose en su buen rollito ecuménico, por ejemplo en Andalucía ya se habla muy en serio de meter en los centros otras religiones, como el islam. Los centros educativos deben ser templo únicamente del saber.

    • Jesús San Martín
      23 febrero 2011 a 7:40 #

      Excelente comentario Pablo.
      Y no contentos con esas religiones nos añaden adoctrinamiento para la ciudadanía, que no es, como dices, conocimiento universal.
      ¿Templo del saber? Has hecho conmigo, lo que ayer con el agudo Polícrates, «alegrarme el día»
      un saludo

    • Francisco Javier
      23 febrero 2011 a 9:51 #

      Cuanta razón tienes, Pablo. El punto 5 que mencionas es terrible, pues con el tiempo, además de los problemas que ya de por sí arrastra la dichosa religión (católica), ésta proyecta su problemática sobre el resto de confesiones. Como si no tuviésemos bastante con los obispos, acabaremos por tener que aguantar, para mayor confusión, al maestro de Islam, al pastor evangelista, al rabino y hasta al monje budista. Lo cual será una fuente segura de conflictos, dada la tendencia de las religiones a sentirse continuamente ofendidas y adoptar posiciones agresivas. Un saludo, Pablo y muy bien por tu exposición, que resume con acierto la cuestión eterna.

    • 23 febrero 2011 a 16:29 #

      Javier, Jesús: un abrazo para ambos. Javier: lleva desde hace tiempos en tus manos la alta responsabilidad de organizar una cena de amiguetes, no sé a qué esperas. Para toda logística, me tienes a tu disposición.
      Rodolfo Plata: muy bueno lo suyo. Dentro de cuatro horas, cuando logre desentrañar lo que quiere decir exactamente, añadiré más consideraciones.

      • Francisco Javier
        23 febrero 2011 a 20:11 #

        Por supuesto, Pablo, Creo que ya toca hacer un encuentro primaveral. Hablamos. Un abrazo.

    • 23 febrero 2011 a 19:56 #

      Tienes toda la razón Pablo, pero en la enseñanza los mandarines progres se han atrevido con todo, excepto con el poder de la Iglesia en la asignatura de religión y en los conciertos educativos. Y luego nos vendrán con la barrila de la izquierda, el progresismo y toda la pesca, pero se mantienen anacronismos como la asignatura de religión y arbitrariedades como el pagar a centros de titularidad privada que cobran cantidades extra, discriminan en la selección del alumnado y adoctrinan si pueden. Y todo ello con dinero público. Esta izquierda educativa no vale, realmente es un «bluff».

  7. Rodolfo Plata
    23 febrero 2011 a 13:16 #

    LOS VALORES SUPREMOS DE LA TRASCENDENCIA HUMANA Y LA SOCIEDAD PERFECTA, DEBEN ORIENTAR LOS OBJETIVOS DEL CURRÍCULO ESCOLAR LAICO, A FIN DE ALCANZAR LA SUPRA HUMANIDAD. La relación entre la fe y la razón, la religión, la ciencia y la educación, se enmarca en el fenómeno espiritual de la trasformación humana abordado por la doctrina y la teoría de la trascendencia humana: conceptualizada por la sabiduría védica, instruida por Buda e ilustrada por Cristo; la cual concuerda con los planteamientos de la filosofía clásica y moderna, y las conclusiones comparables de la ciencia: (psicología, psicoterapia, logoterápia, desarrollo humano, etc.). Sincretismo religioso expresado por Raimon Panikkar fruto de sus frecuentes viajes a la India: «Me marché cristiano, me descubrí hindú y regresé budista, sin haber dejado de ser cristiano». http://www.scribd.com/doc/42618497/Imperativos-Que-Justifican-y-Exigen-Urgentemente-Un-Nuevo-Enfoque-Del-Cristianismo

    • José Miguel
      23 febrero 2011 a 16:35 #

      Al parecer, se le olvida que la Filosofía nació impía (que no atea, cuestión distinta, pues es Aristóteles quien funda la Teología), es decir, constituyó la ACADEMIA (centro de estudio e investigación CRÍTICOS) frente al TEMPLO (al DOGMA). Muchos filósofos (Tales, Anaxágoras, Sócrates, Anaxágoras…) fueron perseguidos por IMPÍOS, la asebeia griega. Así que, por favor, no mezcle churras con merinas: una cosa es la TEORÍA y otra la TEURGIA.
      Por otro lado, los mensajes en general no inciden en una cuestión clave: el PSOE firmó el Concordato con la Santa Sede, por tanto, aquel es reponsable de la situación actual. Y además de firmar el Concordato, luego introdujo otra infamia «académica»: la Educación para la ciudadanía, es decir, otro catecismo, y así mantener una frente maniqueo contra la Iglesia y el PP. Es decir, que la escoba está más sucia que la basura a barrer.

      • Borja Contreras
        23 febrero 2011 a 16:42 #

        Disculpa, José Miguel, pero el concordato actual es de 1979.
        A dios lo que es de dios…

      • José Miguel
        23 febrero 2011 a 18:39 #

        Sí, tienes razón. A lo que me refiero es que el PSOE, aunque vocifera mucho contra la Iglesia, en realidad, estando bastantes años en el gobierno, no ha denunciado ese Concordato. Ha tenido y tiene el poder para hacerlo, y, por tanto, ha contribuido al sostenimiento de esta situación. Pero, es más, ni siquiera le conviene, pues le viene que ni pintado para establecer «diferencias» con el PP, y sacarle votos, con el maniqueísmo ya comentado. Quien gobierna tiene la sartén por el mango y es quien debe mover pieza. Esto es como en la enseñanza hacen los psicopedagogos: hacen responsable al profesorado del fracaso escolar y no a los principios degenerados que rigen la LOGSE. Pues en lo otro lo mismo: se responsabiliza a la Iglesia de que exista en el currículum de los centros de enseñanza del Estado una asignatura confesional católica, cuando la responsabilidad es del gobierno que tiene el poder para cambiar esa situacion y no mantener la flagrante discriminación contra los alumnos que son aconfesionales (o confesionales de otra religión). El PSOE no ha tenido lo que hay que tener para apartar la religión confesional del currículum, pudiendo haberlo hecho. A mí no me vale eso de criticar a la Iglesia, COPE y demás, pues están en su derecho. Pero el Derecho lo constituye el Estado, y quien gobierna en él es el que ha hecho dejación de su FUNCIÓN PÚBLICA, discriminando a unos y privilegiando a otros. Y se dicen, además, de izquierda, cuando la izquierda, precisamente, se constituye contra el Altar.

      • Francisco Javier
        23 febrero 2011 a 20:40 #

        Para mayor inri, el PSOE -especialista en crear follones- es responsable de la política de Conciertos, en su mayoría de titularidad eclesiástica. Y naturalmente no se ha atrevido a meter mano en el asunto, pues sabe de sobra que eso significaría una pérdida salvaje de votos : incluso habría multitud de afiliados del PSOE, que del cabreo que se cogerían por tener que devolver a sus niños a lo que ya sabemos, se borrarían ipso facto del Partido y hasta serían capaces de en venganza votar a la Derecha (total, da lo mismo.)

        En otro orden de cosas, en mi opinión creo que hay que distinguir con claridad entre el asunto de la religión en la enseñanza, cuya presencia es indeseable, con la legitimidad y el valor de las religiones. Incluso una persona profundamente creyente podría estar muy de acuerdo con que la religión no estuviese presente en las escuelas, de hecho es creo lo más coherente con el sentido de la religión. Insisto: de este rechazo no se deriva una postura beligerante contra la religión -postura también legítima siempre que se exprese racionalmente. Yo tengo un gran respeto por gente como Eckhart, Unamuno, Kierkegard, Simone Weil,…, o por ciertos textos clásicos religiosos (de Oriente y Occidente), aunque no comparta sus ideas y carezca de fe. (Gente que piensa sí, histéricos dogmáticos jamás.) En fin, digo esto, porque también en el ateísmo popular militante es muy frecuente encontrar signos de barbarie intolerante y de extrema ignorancia chillona. Y perdón, que hoy me explico fatal.

      • Atropos YZ
        24 febrero 2011 a 23:31 #

        José Miguel, a DIos lo que es de DIos, y a Aristóteles lo suyo,el Liceo (matemático: ta mathemata)

  8. Rodolfo Plata
    24 febrero 2011 a 11:26 #

    LA FALTA DE CONGRUENCIA DE LOS DOGMAS CON LA REALIDAD, ES LA CAUSA PRINCIPAL DE QUE GRANDES MULTITUDES ABANDONEN LA IGLESIA Y SE OPONGAN A LA ENSEÑANZA RELIGIOSA EN LAS ESCUELAS LAICAS. Nietzsche auscultó el alma cristiana, y descubrió que el malestar de nuestro tiempo no estaba el individuo sino en la civilización occidental enferma y decadente. Y diagnosticó la patología actual de nuestra sociedad: la indeferencia hacia la religión, y exclamó ¡Dios ha muerto! La teología y moral judeo cristiana son cuestionadas en tanto implican juicios valorativos/morales. Y señaló que la solución no es desarrollar una terapia tendente a adaptar el individuo una sociedad decadente sino actualizar las creencias y valores morales judeo cristianos enmarcando la doctrina en el fenómeno espiritual de la transformación humana; y así unir la fe con la razón y la ciencia con la religión. E inició la lucha redentora contra el judeo cristianismo por el cristianismo, a fin de actualizar la doctrina milenaria de la Iglesia que por su anacronismo y ex temporalidad, es la causa de la severa crisis de la Iglesia y de la perdida de la fe. http://www.scribd.com/doc/48104400/Nietzsche-y-La-Lucha-Contra-El-Judeo-Cristianismo-Por-El-Cristianismo

    • Atticus
      24 febrero 2011 a 16:55 #

      Hombre, Rodolfo Plata, eso de que Nietzsche «señaló que la solución no es desarrollar una terapia tendente a adaptar el individuo una sociedad decadente sino actualizar las creencias y valores morales judeo cristianos enmarcando la doctrina en el fenómeno espiritual de la transformación humana; y así unir la fe con la razón y la ciencia con la religión»… Tendría usted que decir dónde señaló tal cosa, porque otras obras las conozco poco, pero la de Nietzsche sí. De modo que, como el que hace la afirmación lleva la carga de la prueba, corresponde a usted tal cosa, y no a mí demostrar lo contrario. Que puedo.

      Por otro lado, un ligero barniz de lenguaje significativo no le vendría mal, porque lo que se dice entender, yo entiendo poco de lo que dice. Esto es, no me parece ni verdadero de falso, sino simplemente alambicadamente ininteligible, casi hegeliano (el el peor sentido de la palabra).

    • Atropos YZ
      24 febrero 2011 a 23:28 #

      Muy acertado,Rodolfo.Totalmente de acuerdo contigo.

  9. Jesús San Martín
    24 febrero 2011 a 15:17 #

    ¿Quieres que te cultiven como a un vegetal, sin conciencia propia?

    http://qmunty.com/blog/2011/02/14/claves-de-manipulacion-mediatica-i/

  10. Luzroja
    24 febrero 2011 a 18:08 #

    Cuando yo era pequeño, hace muchos años, no estudiábamos Religión, nos la administraban como una «asignatura transversal».
    A primera hora, rezos en la capilla.
    Cada cambio de hora rezos.
    En lectura, relatos religiosos.
    Para coleccionar, estampas de Santos.
    Antes de ir a casa, de nuevo paso por la capilla para rezar el Rosario.

    La primera clase de Francés en 1º de Bachillerato, con 11 años, el padre nuestro en francés, cinco veces cada día hasta que lo aprendíamos de memoria.
    En la clase de Latín, el padre nuestro en Latín. Idem en Griego, éste en 5º y 6º de Bachillerato.

    El «Ave María» era el saludo y «Sin pecado concebida» la respuesta.

    Religión a todas horas, en ciencias, en mates, en lengua en…

    Ahora se ha convertido en una asignatura, que se da un ratito a la semana y que no aporta nada, salvo moralinas y particulares puntos de vista sobre la ética y la moral, algún que otro misterio religioso, algún relato biblico y en el mejor de los casos, lectura de historias sagradas, eso sí, impartido por personitas bienintencionadas que no tuvieron cojones para estudiar algo que superase la dificultad del catecismo(esto en primaria, en secundaria no sé qué se les exige).

    La religión, o impregna toda tu vida, o es una gansada más.

    • José Miguel
      24 febrero 2011 a 18:36 #

      Estudiar sí que han estudiado: muchos de ellos tienen titulación académica, son licenciados…; pero la órbita religiosa confesional no se rige por la Academia, sino por el Templo, es decir, por la sumisión al dogma, al credo, la fe… y todas esas categorías confusas y oscurantistas a las que se acogen, porque resulta mucho más cómodo que unas oposiciones a funcionarios de carrera. Además, la Iglesia y el Estado no se llevan bien, en el sentido de que la Iglesia siempre trata de socavar el poder de su rival, el Estado. Es la Ciudad de Dios frente a la ciudad terrenal, aunque, eso sí, tampoco le hace muchos ascos la Iglesia a que otorguen a sus adeptos discentes la terrenal calificación en el boletín de notas. Es decir, estos alumnos, además del cielo prometido, también reciben el reconocimiento administrativo oficial, a mayor gloria de Dios, claro. En cambio, a los otros, los que optan por la vía racional (aunque también los hay irracionalistas musulmanes, evangelistas..) ni agua, y eso que estamos en un Estado aconfesional, y que, como tal Estado, debiera velar por planes y programas racionales, al menos desde que pasamos del antiguo régimen al nuevo régimen. Y todo esto se produce en la sublime democracia con la que muchos se llenan la boca. Esta degenerada situación contradice todos los proyectos educativos de los centros, de «misiones» y demás formalismo igualitario, equitativo, del derecho y bla, bla, bla, bla… Y casi todo dios mirando para otro lado, tapándose las narices de semejante basura discriminatoria. Es el círculo cuadrado académico, jurídico, moral, una aberración en un sistema de enseñanza y educación que sea digno de tal nombre.

    • 24 febrero 2011 a 18:39 #

      Yo no llegué a tanto, pero sí me tocó aprenderme esto o algo parecido: Ἁγία Μαρία κεχαριτωμένη ὁ Κύριος μετὰ σοῦ· Εὐλογημένη σὺ ἐν γυναιξί καὶ εὐλογημένος ὁ καρπὸς τῆς κοιλίας σου, ὁ Ἰησούς
      Ἁγία Μαρία Μῆτερ Θεοῦ ὑπέρ ὐμῶν τῶν ἀμαρτωλῶν προσεύχου, νῦν καί ἐν τῇ ὥρᾳ τοῦ θανάτου ἡμῶν.
      El Ave María en griego, 5º de bachillerato, 1971. En realidad, casi lo tomábamos ya como una gracia. Y, no creas, Luzroja, lo encuentro mucho más comprensible que los comentarios que está poniendo aquí Rodolfo Plata.

      • Atropos YZ
        24 febrero 2011 a 23:40 #

        Los comentarios de Rodolfo son bastante comprensibles si uno se toma la molestia de leerlos con detenimiento y no se deja llevar por ideas preconcebidas (que nuestro pais ha pasado del laicismo – que me parece lo adecuado- al anticlericalismo militante y de ahí estamos a punto de dar el salto al exterminio de todo lo que huela a espiritualidad religiosa en aras de una racionalidad que nunca lo es por completo, sino una serie de ideas preconcebidas e inyectadas por la ideología barata de la época)

        Decir que «mola mazo» (por descender al terreno de la vulgaridad) el Ave María en Griego, extraída literalmente de textos del Nuevo Testamento.POr lo menos eso, aunque provocara risa , era cultura.CUltura de la grande.No me negarán que la Biblia lo es.

        Lo de ahora es basura enlatada,chatarra ideológica,quincalla espiritual.

      • 25 febrero 2011 a 0:57 #

        Atropos: en unas pocas líneas menciona usted dos veces algo en lo que cae de lleno: las ideas preconcebidas. Habla usted por otra parte de exterminios, vulgaridad, basura enlatada, chatarra, quincalla… Le aseguro que esas flores no crecen en Deseducativos, ¿no estarán en su cabeza? Se le ve acelerado, casi diría yo que encolerizado, cálmese un poco.

      • Jesús San Martín
        25 febrero 2011 a 9:41 #

        La Biblia representa culturalmente en el mundo occidental lo que el Corán en el islámico, hasta la llegada de La Ilustración, a partir de ese momento decae continuamente su influjo.
        Esto de pertenecer a un grupo no es privativo de las iglesias: se observa en los votantes, en los partidos nacionalistas, y también en los ateos. Igual que hay gente creyente que se dedica a poner sus mensajes en los autobuses, hay ateos que también lo hacen. Les doy el mismo valor a ambos: ninguno, y pienso lo mismo de ambos: que son unos pesados. Pablo indica claramente que la moral de los que se consideran cristianos está lejos de El Evangelio, entendiendo como tal la frase de Nietzsche (que Rodolfo olvida y Atticus me reconocerá como cierta): sólo hubo un cristiano y ese murió en la cruz. No quiero decir con ello que no haya personas que no sigan el mensaje de amor de Jesucristo, digo que no son tantos como los que se ponen el título. En el otro extremo se quiere hacer pasar a los ateos como carente de espiritualidad y quemadores de iglesias. Soy ateo, lo he dicho muchas veces en los post, pero no me dedico a quemar iglesias, ni quiero que se queme ninguna, he marcado la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta varias veces, y si me preguntaran que quienes son las personas que más admiro, diría que Cristo y Buda (más que Einstein, Newton y Gauss y soy licenciado en físicas y en matemáticas). Dado que conozco bastante bien la obra de ambos, le diré que lo que comenta Rodolfo carece de toda lógica, el sincretismo religioso es la estupidez de intentar meter la razón donde sólo entra el sentimiento. Mucho me temo, que tanto usted como Rodolfo, no sienten el mensaje de amor, sino que hacen, lo que en el budismo se denomina: la creación del acto. La palabra agua no calma la sed, la palabra amor no es amor. Lean ustedes El Sermón de La Montaña y dejarán de sermonearnos.

  11. Rodolfo Plata
    24 febrero 2011 a 19:34 #

    El cristianismo se inició como un movimiento laico. La Epístola apócrifa de los Hechos de Felipe, expone al cristianismo como continuación de la educación en los valores que persigue alcanzar la paideía griega, promovida por los sabios alejandrinos que fueron los primeros en percatarse del movimiento secular cristiano cuando unos griegos se entrevistaron con Cristo (Jn XII, 20 al 24). Posteriormente enviaron al medico Lucas a dar testimonio escrito de los portentos, vida, ejemplo y enseñanza de Cristo, a fin de fe-datar en la persona de Cristo, que es cierta la teoría de la trascendencia humana formulada por Aristóteles al abordar el problema del alma truncada que sostiene que el hombre puede trascender a sus propias limitaciones si practica metódicamente las virtudes opuestas a sus defectos hasta alcanzar la supra humanidad. A partir de entonces, los pueblos helénicos tomando a Cristo como ejemplo de lo que es la trascendencia humana, lo siguieron no como Dios, sino como hombre, a fin de alcanzar la trascendencia humana y la sociedad perfecta que pretende la paideía griega; por ello lucharon por helenizar el cristianismo a fin de estructurar la fe conforme a la razón. Lo cual propició el choque entre culturas ante la oposición radical e intransigente de los príncipes de la sinagoga tendente a evitar que se helenizara el cristianismo para mantenerlo sujeto a la Sinagoga. San Pablo fue un caballo de Troya enviado por el Sanhedrín para infiltrar el movimiento cristiano y judaizarlo. Desde entonces el talón de Aquiles de la doctrina de la Iglesia ha sido el profetismo judío y el fideísmo bíblico. Separando la fe de la razón __cuya unión inseparable, Cristo había revelado metafóricamente al ciego de nacimiento (Jn IX, 39)__ Provocando en los pueblos cristianos la estulticia generalizada y la entronización del oscurantismo, al olvidar las raíces helenistas de nuestra cultura; lo cual ha convertido las Iglesias en sinagogas, los sacerdotes en rabinos, los cristianos en siervos del gobierno mundial judío, y el judeo cristianismo en religión chatarra. Así el movimiento cristiano dejó de ser laico y dejó de perseguir los fines últimos de la educación en la paideía; y por ello, no hemos alcanzado la sociedad perfecta ni la trascendencia humana. http://www.scribd.com/doc/33094675/BREVE-JUICIO-SUMARIO-AL-JUDEO-CRISTIANISMO-EN-DEFENSA-DEL-ESTADO-LA-IGLESIA-Y-LA-SOCIEDAD

    • Atropos YZ
      24 febrero 2011 a 23:25 #

      Interesante,muy interesante y agudo el comentario.

      • José Miguel
        25 febrero 2011 a 19:41 #

        «Rodolfo Plata» con sus mensajes representa de forma palmaria el estilo dogmático, la prédica y la ausencia de cualquier espíritu crítico, predominando la racionalización más exacerbada para justificar cualquier contradicción. Estos no se dignan a razonar, no les interesa la dialéctica, la tradición filosófica, excepto para utilizarla en beneficio de sus dogmas. Es lo que hizo siempre la Iglesia Católica: reordenar sus dogmas o, más bien, las diversas dogmáticas y uniformar utilizando los recursos de la filosofía.

  12. Chispún
    24 febrero 2011 a 21:16 #

    ¡¡Rodolfo al poder!!

  13. 24 febrero 2011 a 21:16 #

    Disiento de la mayoría de comentarios. Pienso que el estudio (incluso confesional) de la religión, como parte inseparable de la experiencia humana y la cultura, tiene su hueco razonable en la escuela pública. El problema está cuando se confunde interesadamente «público» con «laico» o mejor «laicista», o esto último con «aconfesional». El Estado tiene una función subsidiaria respecto a la sociedad de la que emana, y la propia Constitución asi lo reconoce: art. 27. 3: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Lo democrático es respetar la diversidad (¡oh sorpresa! en este caso mayoritaria -los alumnos siguen eligiendo mayoritariamente religión: un 72% en el curso 2009/2010-).Lo contrario, me parece querer imponer un modelo uniformizador y excluyente, nacido de una concepción sectaria de lo público, y que quiere recluir a lo religioso en la esfera de lo privado, cuando nunca lo ha sido (Educación para la Ciudadanía como modelo obligatorio para todos de moral de partido, no suscita tantas protestas). Se habla de discriminación, pero los que sí me parecen discriminados son los alumnos que no eligen religión, y se les priva de un estudio laico e histórico del fenómeno religioso y sus ramificaciones filosóficas y culturales, por puro prejuicio ideológico. Asimilan muchos esta enseñanza a la catequesis, pero el profesor de religión no es un catequista, ya que no evalúa la fe del alumno como éste, sino el progreso en una materia. Otra cosa son los métodos más o menos acertados de uno u otro profesor. Muchos profesores sufren además situaciones de discriminación en los centros, y son fácil objeto de los prejuicios ideológicos de algunos, que imagino que les sirve quizás de desahogo de frustraciones, o como señal de identidad y añoranza de una juventud pseudorrevolucionaria.. Cuando veo por la calle carteles contra la religión en la escuela, y a favor de una enseñanza científica y racional, sonrío pensando en esta catetada sectaria, que opone maniqueamente razón y fe, y constituye un triste ejemplo de manipulación ideológica de la ciencia.
    Lo que debería hacer el PSOE gobernante, si fuera consecuente, sería denunciar el Concordato, y no favorecer estas situaciones de discriminación de alumnos y profesores en los centros públicos.

    • Jesús San Martín
      24 febrero 2011 a 21:42 #

      Constitución art. 27. 3: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”
      Pero en ningún sitio dice que ese derecho deba darse en la escuela, para ello están las iglesias, algo lógico, puesto que en las iglesias no se enseñan ni matemáticas ni lengua. Por otro lado, como Francisco Javier indicó, si atendemos a que ese derecho se ejerza en la escuela entonces debería ser para todas las religiones, cosa que ahora no sucede. Y retomo a Pablo, la escuela debe trasmitir conocimientos universales, no supersticiones. Para los creyentes, Dios es omnipotente. ¿Puede hacer lo que yo? Hacer una bola de nieve tan pesada que ni yo mismo puedo levantar.

    • Jesús San Martín
      24 febrero 2011 a 21:52 #

      Los teoremas se demuestran, no se aceptan por fe. En la ciencia no hay fe, como no hay razón en las religiones. Newton, que era muy creyente, no usó la fe en sus teorías. Cauchy, excelente matemático y muy creyente, tampoco la usó en sus demostraciones.

    • 24 febrero 2011 a 22:45 #

      José Miguel, utilizas unos razonamientos muy falaces. Vayamos por partes:
      1.- Sobre lo que dices de la constitución, ya te ha hecho Jesús una puntualización bastante razonable. Yo añado otra: la constitución no es la Biblia ni el Corán (esos sí que son dogmáticos e intocables), por lo que podemos estar en desacuerdo con ella e incluso se podría modificar. De hecho, sabemos que en algunos temas, como es el caso del religioso, sus pronunciamientos estuvieron muy condicionados por las vigilantes miradas de poderes fácticos o por las filigranas consensuadoras que tuvieron que hacer sus redactores.
      2.- Eso de que el estado tiene una función subsidiaria con respecto a la sociedad es un invento tuyo que empieza por no saberse muy bien lo que quiere decir. En todo caso, de ningún modo tendría por qué desembocar, como deduces tú, en la imposición en la escuela de creencias de ningún tipo, por muy mayoritarias que fueran. El estado debe vigilar por una organización razonable de la vida de las sociedades, por el cumplimiento de leyes justas, por el impulso de la economía, por el predominio de la justicia, por la satisfacción de las necesidades básicas de los ciudadanos, por el progreso material, por la ayuda en situaciones de necesidad económica, de salud, de riesgo…, por la educación y la cultura para todos… Por cosas así, no por meter credos en las escuelas.
      3.- A propósito de esa abrumadora mayoría de cristianos en España, ¿tú te la crees? Incluso entre los que se proclaman cristianos, de la mayoría estamos hartos de ver que se proclaman cristianos como podrían proclamarse marcianos, a juzgar por la coherencia con el evangelio con la que viven. La iglesia es contraria al divorcio, al aborto, a los anticonceptivos, al sexo fuera del matrimonio; la iglesia predica la resignación en casos como los malos tratos en el matrimonio; la iglesia es contraria a investigaciones científicas como las de las células madre que podrían acabar con males horribles; la iglesia no permite el divorcio; la iglesia dice que hay que ir a misa todos los domingos… Miro a mi alrededor y veo una España rebosante de personas que aceptan todo esto.
      4.- Que digas que la discriminación que sufren los chicos que no eligen religión es porque no se les enseñan cosas relativas a la religión es una muestra inequívoca de tu sentido del humor. Un poco más arriba he hablado yo de una discriminación que me parece bastante más fuerte. Y por cierto: a todos se les enseñan cosas que tienen que ver con la religión en asignaturas como lengua, historia, filosofía y hasta, ocasionalmente, en ciencias.
      5.- En religión no se evalúa sobre el progreeso en ninguna magteria, como sabe muy bien cualquiera que esté en un centro; en religión se da una suave mezcla de doctrina cristiana y moral social y se aprueba a todo el mundo. Decir lo contrario es una muestra de ignorancia o de hipocresía.
      6.- Es para carcajearse ese panorama de país bolchevique que pintas, con profesores de reiligión discriminados y carteles en la calle contra la religión en la escuela. ¿Por qué calles paseas tú?
      7.- Y la última: después de ese confuso alegato en favor de la religión que haces, me parece una incoherencia como un piano que termines diciendo que lo que debería hacer el PSOE es denunciar el concordato. Realmente, si tu comentario no es una mera provocación, se le parece mucho, pero, sea lo que sea, no me parece ocioso haberle hecho algunas puntualizaciones.

    • Atropos YZ
      24 febrero 2011 a 23:26 #

      También estoy de acuerdo, José Miguel.

  14. serenuszeitb
    24 febrero 2011 a 22:19 #

    Una asignatura de religión no confesional -por ejemplo una historia de las religiones- con presencia en todos los cursos sería una verdadera exageración, tal materia es posible pero no veo que pudiera ser algo más que una optativa de bachiller, como lo puede ser la historia del arte, la sociología u otras… Dado que la religión confesional es optativa en todos los cursos, si su alternativa fuese una asignatura sobre religión -de índole no confesional- lo que haríamos es sobredimensionar de forma injustificada un aspecto de la cultura.

    Por otra parte es asombrosa esa cantinela que identifica la enseñanza de los derechos humanos, los principios del estado democrático y una comprensión básica de la ordenación del estado español con una moral de partido.

  15. 25 febrero 2011 a 9:30 #

    Lo siento, Pablo, pero los que me parecen falaces y parciales son tus razonamientos:
    1.- Evidentemente en la Iglesia no se enseña matemáticas, pero tampoco se ofrece allí una enseñanza reglada y evaluada de la religión. Es una postura puramente ideológica la vuestra que identifica fe con superstición, y en función de ella os arrogáis el derecho que se debe enseñar en los centros públicos y lo que no.
    2.- Lo que digo del Estado no es un invento mío, es teoría liberal, que niega la tutela providencial del estado sobre el individuo, y afirma la primacía de la libertad de éste, que delega en el estado para que cumpla las funciones que enumeras. Me parece demagógico hablar de «imposición» de credos, pues todo el mundo sabe que la religión es OPTATIVA (¡vaya imposición!). Cuando se parte de una visión negativa de la religión, resulta comprensible que ese «para todos» pretenda, en realidad, satisfacer las propias convicciones ideológicas.
    3.- Lo que dices sobre la mayoría de cristianos no tiene nada que ver con aquello sobre lo que escribo, que es la mayoria de alumnos que eligen religión. Lo siento, me parece otra finta demagógica. El cristianismo es la religión que prima el libre albedrío, es cada uno el responsable ante su propia conciencia libre, y puede seguir o no los preceptos de la Iglesia, que no es, en todo caso, un partido político. Yo me siento cristiano, y no por eso cumplo todos los preceptos de la Iglesia (por cierto, eso de que la Iglesia predica la resignación ante los malos tratos, ¿de qué documento eclesiástico lo has sacado?, y la Iglesia se opone a la investigación con células madres obtenidas de embriones humanos, no de otro tipo).
    4.- Te agradezco que aprecies mi humor, Pablo, pero pienso que la religión y el deísmo y el ateísmo merecerían un estudio específico histórico, que planteaba la LOCE, y que me parecía la alternativa más coherente. Lo que se da de manera fragmentaria y ocasional en otras asignaturas no me parece suficiente. Cuando se considera la religión como algo supersticioso, y ajeno «a la educación y cultura para todos» que no tiene cabida en lo público pueden entenderse posturas como la tuya.
    5.- No me atribuyas ignorancia ni menos hipocresía: soy funcionario de carrera y profesor de francés y latín en un centro público, así que no pretendas darme lecciones -valga la redundancia, y tómatelo como otro rasgo de humor- de lo que pasa allí. La propia Conferencia Episcopal Española en su documento «50 preguntas sobre la clase de religión» deslinda claramente la catequesis y la enseñanza religiosa, aun reconociendo puntos en común. Léetelo, por ejemplo, y vuelve a hablarme de ignorancia e hipocresía.
    6.- Lo carcajeante y triste puede ser en cambio la ignorancia interesada. Los profesores de religión no pueden constituir departamento, ni pertenecer a ETCP, y hay centros en los que se intenta meter a más alumnos por aula de los previstos por la ley, para que sólo haya un grupo. Sobre casos concretos de acoso puedes leer «Alfa y Omega», 17-II-2011, pp. 3-5. Y sobre los carteles, los he visto incluso en un centro público.
    7.- Parece que mi alegato en favor de la religión es confuso… pero en tu mente, pues lo que digo del PSOE es lo que debería ser «si fuera consecuente» consigo mismo, claro, no que esto me parezca bien, evidentemente. Lamento, Pablo, que no aprecies mi ironía y sentido del humor, como dices.
    No quiero cerrar este comentario, sin felicitaros, Pablo, por la gran labor que estáis realizando en DESEDUCATIVOS por la reforma de la enseñanza en España. Accedí a vuestro blog desde el de G. Luri, comento con cierta frecuencia, y lo he incorporado a mi lista de blogs favoritos. Aquí encuentro un espacio de libertad que en otras partes no encuentro, y el que podamos contraponer ideas contrarias sin cesuras me resulta gratificante.
    Un cordial saludo.

    • Jesús San Martín
      25 febrero 2011 a 10:45 #

      Estimado José Miguel, en tu comentario se han mezclado cosas que había dicho yo, y no Pablo.
      Decir que el Universo se creó en seis días, decir que provenimos de una sola pareja, que el hombre fue hecho de barro, la mujer de una costilla del mismo, es superstición, y hoy día lo vemos así gracias a la ciencia. Que un dios nos mandó a su hijo a la Tierra, que nació de una mujer virgen, etc, etc, es de un antropomorfismo pueril, y decir que la mujer era virgen es una contaminación cultural de las creencias sexuales de la época. O sea, superstición.
      Por otro lado, decir “El cristianismo es la religión que prima el libre albedrío,” cuando tiene mandamientos y el primero es “amarás al dios…” ¿dónde está la libertad?
      Considero la espiritualidad como aneja al hombre, y las religiones como las estructuras de poder que se aprovechan de ese sentimiento para manipularnos. Ahora se manifiesta bajo la forma del buenismo y escondida bajo el respeto de los derechos humanos (cosa que serenuszeitb, creo, no se ha dado cuenta, a tenor de uno de sus post). De hecho, la pedagogía al uso ha hecho lo mismo: “el buen rollito, el azúcar empalagoso,…” se ha convertido en la religión controladora, y los herejes somos los ateos de la nueva religión, debemos ser perseguidos y llevados a la hoguera.
      No me erijo en dictador de lo que debe enseñarse en las escuelas. Exijo que lo que se vaya a enseñar en las escuelas como cierto sea tal, y al segundo párrafo me remito.
      En cuanto a los carteles que comentas, pienso, que estás elevando lo particular a general. Sin duda los hay, pero ¿cuál es el tanto por ciento de centros que los tiene?
      Desgraciadamente el medio no se presta a la buena comunicación, ya lo hemos dicho otras veces, y la ironía es difícil captarla. Pablo y Raus, antes que tú, han tenido que advertir que sus post eran irónicos, y hace poco, se montó un mal entendido entre dos personas, que me consta, son muy razonables y nada dadas a la polémica.
      Un placer leerte, e intercambiar puntos de vista contigo.

      • 25 febrero 2011 a 18:08 #

        Estimado Jesús, siento haber pasado por alto hacer referencia a tu comentario,
        Nadie en su sano juicio puede aceptar las explicaciones míticas del Génesis. El catolicismo no practica la interpretación literal de las Sagradas Escrituras como hace cierto protestantismo y el Corán; existe en su seno la llamada Tradición, la obra de los Padres de la Iglesia, y de los pensadores cristianos, que asimilaron el pensamiento griego, y que ha permitido evolucionar al pensamiento cristiano. La Encarnación y la Resurrección son materia de fe de base histórica que se pueden aceptar o no libremente. Ahí la ciencia experimental no puede pronunciarse de modo determinante.
        La religión tiene mandamientos, igual que los estados tienen leyes. La novedad radical del cristianismo está en afirmar la dignidad del ser humano en cuanto capaz de, usando su conciencia libre y superior, aceptar esos preceptos o rechazarlos. La objeción de conciencia fue practicada en primer lugar por cristianos, conscientes del valor superior de aquélla frente a las leyes injustas.
        Sobre la pedagogia estoy totalmente de acuerdo.
        Si todo lo que se enseñara en las escuelas fuera bajo la condición de ser «cierto», ¿cómo se podrían enseñar las distintas doctrinas filosóficas? Los científicos cristianos, en tanto que auténticos científicos y auténticos cristianos, no podían mezclar la fe en sus investigaciones, pues eran -son- conscientes de los límites de ambos ámbitos. Otra cosa es la manipulación ideológica de la Ciencia que produce carteles como los citados, que, ciertamente, creo minoritarios, pero cuya existencia no se puede tampoco obviar.
        Bueno, parece que nos metemos en otras profundidades, ajenas al tema de la escuela. Ha sido un placer conversar contigo, Jesús, me despido y os deseo un feliz puente a los que trabajéis en Andalucía, yo pienso aprovecharlo.
        Cordiales saludos.

    • 25 febrero 2011 a 18:55 #

      Hola, José Miguel. Intentaré ser breve, no quiero que esto se convierta en una tediosa controversia. He aquí mi respuesta a tu comentario punto por punto:
      1.- En cuanto a las relaciones entre fe y superstición, te ha respondido muy bien Jesús San Martín, cuyo nombre, por cierto, no puede ser más virtuoso.
      2.- No es este el lugar para debatir teorías acerca de la función del estado. En cuanto a eso de que la religión es optativa, lo es para el alumno, pero para el sistema es una obligación, una imposición de su credo particular a toda la sociedad por parte de la milenaria y todopoderosa iglesia católica. El verdadero debate es este, con todas las consecuencias que ya han salido por mil comentarios del foro y del artículo de Serenus.
      3.- Eso que dices de que el cristianismo prima el libre albedrío (en sus planteamientos teóricos, como la inmensa mayoría de lso sistemas filosóficos y religiosos) no lo discuto, pero no invalida para nada lo que te digo de que sus preceptos prohiben el divorcio, el aborto, el sexo extramatrimonial, la investigación con células madre, etc. Tampoco rebate lo que te digo de que la inmensa mayoría de los supuestos cristianos españoles, en un poco sostenible alarde de incoherencia, dan la espalda a esos preceptos. En cuanto a lo de la resignación, está presente en siglos de prédica cristiana; tu demanda de documentos, perdóname que te lo diga, es un alarde de cinismo. La realidad de la vida, a menudo, deja los documentos en papel mojado.
      4.- Otra vez el asunto de la superstición, más el de la no escasa presencia de lo religioso en los programas actuales. Me remito a mi anterior comentario y de nuevo a lo que te dice Jesús San Martín y, de paso, me permito decirte que no es muy correcto debatir adjudicando al adversario cosas que no ha dicho.
      5.- Disculpa si te ofendí con lo dicho acerca de lo que son en la práctica las clases de religión, pero me ratifico en lo esencial: su nivel de exigencia es nulo y la asignatura la aprueba todo el mundo. Yo también soy profesor y llevo 27 años viendo cómo este programa clientelar se cumple a rajatabla y sin excepción, como no podría ser de otra forma en una asignatura concebida esencialmente para captar alumnado. Si me niegas lo del nivel de exigencia y lo del 100% de aprobados, tendré que dudar muy seriamente de tu credibilidad. En cuanto al tendencioso y parcial documento que citas, fue en su momento una prueba de que, a la hora de perseguir sus intereses, la conferencia episcopal no se para en barras. Te lo repito una vez más: no por estar en un documento las cosas son el no va más de la verdad.
      6.- Este punto no resiste el menor cotejo con la realidad. Que recurras a «Alfa y Omega» es por sí mismo una descalificación. Mira con serenidad a lo que pasa a tu alrededor.
      7.- Es de dominio público que mi menguada mente no está demasiado capacitada ni para la ironía ni para sumar con los dedos. Por lo demás, estoy de acuerdo contigo en que el PSOE es un partido decepcionante que ha abandonado el asunto de denunciar el concordato y muchísimas de las obligaciones que se le suponían.
      Cerraré este comentario coincidiendo contigo en señalar (ya que pocos lo hacen) el valor que tiene este islote de Deseducativos en su quijotesca lucha contra las aberraciones que machacan a nuestra enseñanza y sus responsables. También coincido contigo en la admiración hacia Gregorio Luri, a quien, dichoso él tras haberse jubilado, supongo a estas horas sentado en el Café de Ocata disfrutando de un carajillo de orujo y unas pastas. Un saludo.

      • 26 febrero 2011 a 10:35 #

        Conocía la obra citada por Javier, que es muy reveladora, como supongo que lo será la citada por Pepe, y digo que lo supongo porque ya no está disponible en los enlaces que nos facilita. A Deschner, su autor, la iglesia intentó y consiguió anularle durante muchos años. ¿No estará pasando esto ahora con su obra en Internet? Este tipo de conductas de la iglesia, que se han producido durante siglos, son un argumento más para poner en duda su doctrina y para hacer inadmisible la presencia de la religión en los programas educativos.

    • Francisco Javier
      25 febrero 2011 a 20:30 #

      Eso también debe conocerse, porque es verdad. Y la verdad siempre debe conocerse: todas las religiones -al menos las grandes religiones históricas-, es innegable, tienen su historia oscura, llena de crímenes y de barbarie. En este sentido, también mencionar el Tratado de ateología de Michel Onfray, accesible en este enlace:

      http://www.juanm.com/libros/tratado_de_ateologia.pdf

  16. José Miguel
    25 febrero 2011 a 19:32 #

    Tienen derecho, sin duda, un educando y sus padres a solicitar enseñanza religiosa
    confesional, dentro de un Estado que ofrece en sus planes de estudio esa asignatura. Pero
    ¿tienen derecho, igualmente, los padres del alumno que no desean enseñanza religiosa
    confesional a que no se les ponga una alternativa a la religión?, ¿por qué su currículo
    escolar habría de quedar condicionado por la demanda de otros cuando éstos lo hacen por
    razones confesionales, es decir, no por razones generales? La libertad de los unos sería
    satisfecha cuando pudieran tener su enseñanza religiosa sin condicionar a nadie y la libertad
    de los otros estaría en no recibir la enseñanza religiosa confesional que no desean. ¿O
    hemos de entender la libertad de otra manera?: por ejemplo, como «libertad-de» limitada
    por el peso de la tradición religiosa (todos somos libres pero unos más que otros: más los
    revestidos de la gracia divina) y como «libertad-para», libertad para los fines sociales
    nobles, siempre y cuando no vaya en contra del fin supremo impuesto por la voluntad
    divina, que es seguir a la Iglesia.
    Cuando algún grupo parcial pretende estar en posesión de la verdad, ¿puede no
    imponer su verdad al resto, al convivir todos juntos? Sólo el marco del Estado puede
    asegurar que esto se delinee del modo menos parcial posible. Pero la Iglesia no puede sino
    defender que tiene más razón que el Estado.
    Lo que los legisladores de este país han venido estableciendo hasta ahora, sin duda bajo la
    presión de fuerzas sociales muy poderosas -representadas en los acuerdos del Estado con la
    Santa Sede-, es que para salvar la libertad de enseñanza religiosa confesional ha de
    constreñirse la libertad de quienes no la quieren, llevando la componenda hasta un límite caricaturesco: para que unos puedan asistir a su clase de Religión otros han de ir a una
    asignatura que se llama «Alternativa a la Religión», la cual en los cursos más bajos se ha
    venido llamando «Actividades de Estudio»»; pero ha de saberse que esta asignatura no tiene profesorado especialmente preparado, cualquiera sirve, porque en realidad se trata de llenar como sea esa hora
    alternativa; no tiene tampoco programaciones que se sigan rigurosamente; es más, en
    realidad no es una clase, sino un «paréntesis escolar legal», en el que en el mejor de los
    casos el profesor procura que estudien un poco o consigue que vean con orden el vídeo o la
    película que llene la hora. Se trata de una estafa, como se ve.
    La lógica anterior se deriva de que esa asignatura alternativa no tiene calificación, no tiene
    valor académico. Pero aun cuando tuviera nota, esa nota nacería condicionada por el hecho
    de tratarse de una actividad que correría paralela a la confesionalidad religiosa de otros, lo
    que la devaluaría, porque su razón de ser no nacería de la propia necesidad o conveniencia,
    sino de las necesidades de otros.
    Preguntemos, además, si lo que se imparte en la clase de Religión tiene que ver con
    contenidos confesionales. ¿No se trata más bien de una modalidad de cultura religiosa
    compuesta de vídeos, de películas y de trabajos que no tienen que ver suficientemente con
    el credo confesional que dicen impartir?
    Los que quieren enseñanza religiosa ¿por qué no cargan ellos con su libertad sin involucrar
    la libertad de otros? Mienten los que defienden que se coarta la libertad de enseñanza
    religiosa… porque siempre ha aparecido en el sistema de enseñanza como asignatura
    obligatoria u opcional.
    No es un tema de libertad el problema de la Religión en los centros públicos. Si lo fuera, en nombre de la libertad deberían desaparecer las prebendas que constriñen a los que buscan una educación civil, científica, universal, no confesional. La
    prebenda de que sea el obispado —que representa a unos pocos— el que dirija un número
    importante de horas escolares que debería ser responsabilidad de la Administración
    educativa —que representa a todos— La prebenda de que impartan clase quienes no han
    homologado su preparación como el resto de los docentes.La prebenda de que se atienda a una demanda de carácter privado, como es la confesionalidad, el credo interior; porque si entendemos la necesidad
    de enseñanza religiosa como una cuestión de carácter social, entonces ¿por qué no se
    instituye una enseñanza religiosa común, cultural, en donde los contenidos que apoyan las
    creencias católicas aparezcan al lado de las tesis ateas y del resto de las posturas no
    católicas, e impartido por titulados con preparación específica? Pero, ¿son estos los
    intereses que están en liza? ¿Es esto lo que se pide cuando se reivindica un espacio
    educativo para la Religión? Los que quieren mantener la educación confesional en la
    escuela, siendo su lugar natural la parroquia, ¿lo hacen en nombre de la libertad?
    En la demanda que se hace de enseñanza religiosa habría que preguntar siempre:
    ¿quiere usted enseñanza religiosa o religión confesional? Ninguna duda cabe que ha de
    haber siempre enseñanza religiosa, de modo autónomo o inmerso en asignaturas como
    sociales y filosofía —habría que ver—, porque forma parte esencial de nuestra cultura.

    • Francisco Javier
      25 febrero 2011 a 20:23 #

      Yo creo que ese es el núcleo del debate y que llevas toda la razón. No hay que derivar a otras cuestiones (aunque sean muy interesantes, y que de hecho los son), pues esto nos desvía de lo que aquí se trata. Y de lo que se trata es de que la presencia de la religión católica (u otras llegado el caso), no tiene que suponer una carga lectiva injustificada para aquellos que no comulgan y están en su libre derecho de hacerlo. La razón de fondo no es sino política. La Iglesia (y las religiones todas) saben que la Escuela es un espacio de poder, de presencia social, al que se niegan a renunciar. De este modo, creo, falsean su propia esencia y caen en la hipocresía. Da la impresión de que a la Iglesia le preocupa más la apariencia (las bodas, las comuniones, la clasecita de religión) , que el fondo; en vez de vivir con profundidad su doctrina, participan de la tontería general con cursis gazmoñerías. Como bien dice Luzroja: «La religión, o impregna toda tu vida, o es una gansada más.»

  17. Luzroja
    25 febrero 2011 a 20:21 #

    ¿Por qué no hay competencia religiosa en le currículo por competencias?

    Si nos damos cuenta, hay mates, lengua, competencia digital (que suena de un ridículo espantoso), social y ciudadana, artística, competencia e interación con el mundo físico y competencia lingüística: inglés.

    Si es una asignatura evaluable ¿Por qué no hay ningún gabinete demoscópico que nos maree recogiendo datos competenciales en materia religiosa?

    Decididamente en la escuela no se puede enseñar todo, de hecho no se debe, hay que elegir qué se enseña, porque el qué, viene determinado por el tiempo que se dispone y sobre todo por la posibilidad de que lo que en la escuela se enseñe sea poco susceptible de aprenderse fuera de ella.

    Pocos padres se entretendrían en enseñar a su hijo las propiedades del triángulo rectángulo, pero sí se cuidan en fijarles un horario, enseñarles a saludar, a estar callados en una visita, a comerse lo que hay en el plato, a rezar por la noche al Niño Jesús a….aquellas labores que les son propias.

    La religión, cualquiera, es un lenguaje que sólo se puede aprender de pequeño y sobre todo si se lo oyes hablar a tus padres. En cambio el conocimiento de la existencia de las principales religiones es importantísimo para entender el arte, la literatura, el refranero, la filosofía, la astronomía y muchos conocimientos que por hache o por be surgieron precisamente por aquellas.

    ¿Quién no le ha dicho a sus alumnos en alguna ocasión: ¡Os lo tenéis que aprender como el Padre Nuestro!? ¿Qué persona desconoce que la Torre de Babel significa caos?

    Despreciar la potencia de la religión católica como fenómeno cultural, político, filosófico y económico me parece lamentable. Debemos saber de ella, pero dentro de las demás asignaturas: literatura, filosofía, matemáticas, historia, arte…
    Los dogmas de las religiones deben conocerse pero no profesarse.

    En definitiva, no se puede ignorar lo que existe, hay que conocerlo, nos ha hecho lo que somos.

    • José Miguel
      25 febrero 2011 a 22:10 #

      No hay «competencias», porque la dogmática de la religión confesional defiende la sumisión, la abnegación del propio ser humano, su sacrificio ante la superioridad infinita divina. La virtud cristiana es la renuncia, no es como la virtud griega que consiste en desarrollar la máxima competencia o, la areté, la excelencia. Pero claro, la virtus logsiana va de la mano con la virtus cristiana, al renunciar también a esa excelencia, promoviendo una moral de rebaño. El ser humano sólo se salva con la Gracia divina o la Gracia logsiana de la promoción automática, es decir, las dos tienen en común su carácter gratuito, voluntarista, irracional, arbitrario. Y las arbitrariedades, la irracionalidad sabemos a dónde conduce: al infierno que padecemos en las aulas.

  18. Maximiliano Bernabé Guerrero
    26 febrero 2011 a 15:04 #

    Hace años, una compañera, profesora de francés como yo, hoy ya jubilada, me contó lo siguiente:
    En su juventud, allá por la década de 1960, trabajó en un colegio francés de una zona apartada del Macizo Central. Aquel centro funcionaba en régimen de internado, al tratarse de una zona rural, montañosa y no ser las vías ni los medios de comunicación como son hoy día. Los chicos estaban allí de Lunes a Viernes. Ella ya sabía que en Francia, desde principios del s. XX había una estricta separación entre el estado y cualquier confesión religiosa. Por lo cual, quedaba excluida la enseñanza de cualquier religión. En horario lectivo y como materia evaluable. La sorpresa de mi compañera fue grande cuando encontró que en aquel colegio, en horario de tarde, se impartía religión. Preguntó, y le aclararon que era fuera del horario lectivo y que, al igual que el centro prestaba sus instalaciones para actividades culturales y deportivas, también lo hacía para la formación religiosa de los alumnos, habida cuenta de que la mayoría de éstos eran católicos o protestantes. En esa zona hay una fuerte implantación protestante. Como el tema le interesaba, indagó más y llegó a hablar con el cura católico o con el pastor protestante, ahora no recuerdo. Y lo que éste le dijo la dejó aún más estupefacta. Pongamos que fuera el católico, y fue algo así:
    «-Efectivamente, tenemos dos horas a la semana, que impartimos, una semana cada uno, o el compañero protestante, o yo mismo. A todos»
    Mi compañera, en un tris de caerse de espaldas, no pudo menos que preguntar:
    «- ¿Me está diciendo que usted o el pastor imparten enseñanza religiosa a todos, católicos y protestantes juntos?
    – Sí, nos hemos organizado, y así funcionamos mejor. Y nosotros tenemos más tiempo para nuestras parroquias. Como lo esencial de ambas confesiones es igual, lo imparte uno u otro a todos. Cuando llega algún tema en el que nuestras iglesias se han separado, yo me encargo de los míos y el pastor de los suyos».
    Y yo digo: ¿No podría algo así ser posible aquí algún día?

    • 26 febrero 2011 a 16:09 #

      Pues claro que sí, Maximiliano, la duda ofende: ¿no te lo imaginas en manos de le père Rouco? Ahora fuera de bromas: sí sería posible, conozco a y he conocido con un buen puñado de curas con los que algo así se podría llevar a cabo sin problemas. Gente buena, recta, alegre, flexible y generosa, que vive según sus creencias y no te acecha para venderte una biblia en el caso de que no las compartas. Y bastantes de ellos son o eran profesores de religión. Esto, por supuesto, no interfiere con la cuestión de este foro: la religión no debería formar parte del sistema educativo. Yo estudié tres años en un internado de dominicos y les agradezco mucho la formación que me dieron. Me dieron religión tres de ellos: uno que lo mismo podía estar entre estudiantes que entre pescadores, al que adorábamos y que pasaba de prselitismos; otro facha y relamido que no era más tonto porque no entrenaba y un tercero tan tonto como el anterior o más, pero que iba de «progre»: mi recuerdo más vivo de este idiota es de una clase en la que, seguramente pensando que iba a arrollar porque éramos todos de familias trabajadoras, se puso a defender la tesis de que un hombre que matase por hambre estaría justificado: fue apoteósico: toda una clase adolescentes demostrando más sentido común que el adulto y diciéndole que eso era una burrada. Años desapués, ya como profesor, coincidí en un centro con un ferviente defensor de la LOGSE que siempre he tenido mis dudas de si no era esta misma persona. Al no tener unos contenidos coherentes con un programa educativo, la religión se presta este tipo de novelas.

  19. Jesús San Martín
    27 febrero 2011 a 9:56 #

    Es cierto que cierta productividad baja con el nivel de la enseñanza, otra aumenta: la de la miseria cultural, la chabacanería y el desprecio al esfuerzo, como mostraban los vídeos que colgó Pablo sobre la donación de óvulos de “la princesas de barrio”. Pensaba que nuestra logse no conseguiría hundirnos más en las heces ¡qué poco veo la televisión!

    http://www.gsmspain.com/externo.php?gsmurl=http%3A%2F%2Fwww.elmundo.es%2Felmundo%2F2011%2F02%2F26%2Ftelevision%2F1298678176.html&gsmfrom=%2Fforos%2Fp11035699_Off-topic-Cine-TV-radio_exclusiva.html

    • 27 febrero 2011 a 11:32 #

      Repugnante, y te recuerdo lo de Nieves Herrero con los padres de las niñas de Alcasser, que fue peor. Los que dicen eso de que «educa la tribu» a lo mejor se refieren a esto, a que los más cafres también tienen mucho que intervenir en la formación -o la deformación- de los jóvenes. ¿Existirá un estudio serio de cómo ha influido la telebasura en la creación de modelos para la sociedad?

      • Raus
        27 febrero 2011 a 17:25 #

        No conozco el caso de Nieves Herrero y las niñas de Alcasser, Pablo. ¿Qué ignominia cometió la señora?

      • Raus
        27 febrero 2011 a 18:39 #

        Ya lo he mirado en internet. Morbo en grado extremo. Qué asco. Es verdad, sería muy conveniente un estudio serio sobre el influjo de la telebasura. Yo tampoco sé si lo hay.

      • Francisco Javier
        28 febrero 2011 a 9:17 #

        En el Mundo de ayer domingo, en una entrevista Sánchez Ferlosio se declaraba, y lo decía muy en serio, partidario de la censura. Me parece una propuesta justa y necesaria. Todos esos programas en que se exhiben impúdicamente ímbeciles con maneras de semidelincuente debían ser declarados ya como altamente lesivos para la salud pública y la educación, y en consecuencia ser prohibidos por Ley. Lo mismo -como muy decía Ferlosio- para toda la publicidad destinada a niños (y jóvenes) , que lo único que fomenta es la comparación odiosa con modelos repulsivos, el consumo más estupido y otras excrecencias, y que son en su inmensa mayoría simplemente corruptores de menores. La lista se podría ampliar con otras porquería de esa enorme porquería electrodoméstica que es la televisión, también llamada telebasura.

      • Francisco Javier
        28 febrero 2011 a 9:19 #

        Perdón: imbéciles, guarros, escoria, etc.

    • Raus
      28 febrero 2011 a 9:57 #

      Querido F. Javier, en marzo de 2010, va para un año, defendí en un artículo para este blog la existencia de censura. Y me reafirmo en esa defensa. No hay ninguna sociedad civilizada que no practique la censura, ninguna. De hecho, cuando no existe, los sinvergüenzas, los desaprensivos y los vándalos campan por sus respetos. Aquí lo confundimos todo. La censura gubernamental es censurable –valga el juego de palabras- cuando censura lo que no debe censurar, cuando lleva la cosa a los dominios de la moralina y la hipocresía o cuando lo que omite a la visión pública es información veraz contraria al gobierno de turno, etc. Pero, por lo demás, ¿a qué retrasado mental se le puede ocurrir la idea de que no debe haber censura de nada? Pregunto: si a uno de esos trastornados de G. Hermano se le ocurre masturbarse delante de las cámaras, ¿debe televisarse sin reparo alguno? ¿Y si se les ocurre copular? Si un presentador de telediario decidiera exonerar el cuerpo mientras da las noticias, ¿estaría justificado retrasmitirlo? Etc. etc. Hemos perdido el sentido común, así de claro. Como antaño se practicó la censura en este país, hoy consideramos toda censura mala (censurable). Y quienes la defendemos, simplemente se nos mete en el saco de los sospechosos de franquismo, fascismo y despotismo. Automáticamente serás considerado un enemigo de la sacrosanta libertad de expresión. Como ningún medio de comunicación desea que se le cuelgue ese lapidario sambenito, la deshonestidad y procacidad van en aumento. Es más, casi todas las canales quieren presumir de abanderar el derecho a la libertad de expresión. Así que nada nos puede extrañar que, al final, esa libertad de expresión sea simplemente libertad de ofensión.

      Un abrazo.

    • Jesús San Martín
      28 febrero 2011 a 19:20 #

      ¡Va de fachas! Me imagino que te alegrarás Francisco Javier, el tema particular está más cerca de ti , pero el general a igual distancia de los dos.

      http://ecodiario.eleconomista.es/musica/noticias/2864980/02/11/Joaquin-Sabina-a-la-mierda-Operacion-Triunfo.html

      Pablo, se me había olvidado la repugnancia y el estupor de la entrevista a los padres de las niñas de Alcasser.

  20. Rodolfo Plata
    28 febrero 2011 a 10:54 #

    LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN ES UNA FALASIA: Luchemos porque se ejercite el juicio penal contra los responsables del saqueo, secuestro, sometimiento y exterminio de los pueblos de los países del Este de Europa después de la SGM. Pido a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que no olvidemos el dolor de quienes sufrieron el tormento de haber encontrado la muerte de cerca, de haber sido sometidos por un Estado totalitario, permanentemente vigilados y expuestos a ser calumniados, denunciados y arrestados aduciendo ser sospechosos de crímenes contra el Estado privados de todos los derechos humanos que tanto ha costado ganar y muy poco nos costaría perder si nos sumamos a la farsa del holocausto. La ley que criminaliza a los revisionistas que niegan el holocausto, sin criminalizar a los que niegan lo crímenes que cometieron los bolcheviques judíos contra los pueblos del Este de Europa, debe de se abrogada porque carece de equidad. LIBERTAD A PEDRO VARELA: http://www.youtube.com/watch?v=My2o5VXxBIw&feature

    • Atticus
      28 febrero 2011 a 17:31 #

      Hombre, por fin algo que se entiende. Aunque se escriba «falacia» y no «falasia». Será el teclado, al fin y al cabo las letras están cerca.

      Yo, al contrario de lo que decía antes Raus, creo que hay que dejar que las bobadas tengan un sitio donde manifesarse. Eso no las va a convertir en verdades. Un ejemplo: la negación del holocausto es algo que parece encontrar adeptos. Sin duda, los que estuvieron en los campos de concentración son víctimas de una ilusión colectiva que les hace imaginarse arrestros, deportaciones, números tatuados, órdenes en un idioma que no entienden, gases en vez de agua purificadora y hornos crematorios. Claro, todo esto es fruto de una conjura universal urdida por las fuerzas judeomarxistas. ¡Por fin entendemos a Rodolfo Plata!

      Por cierto, todo esto ¿qué tiene que ver con la religión en la escuela? Creo que este señor se equivoca de foro. Pensándolo bien, me apunto a las tesis de Raus y de Sánchez Ferlosio.

      • Raus
        1 marzo 2011 a 9:11 #

        Claro, amigo Atticus, es que hay bobadas inocentes y otras que no lo son, y sólo éstas deberían censurarse. Fíjese que Rafael Sánchez Ferlosio recibió, en 1983, el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo por su defensa de la libertad de expresión. Estoy seguro de que Ferlosio sigue siendo gran defensor de la libertad de expresión. Pero la libertad de expresión, como casi todo, ha de tener un límite. Ese límite, a mi entender, has sido ampliamente sobrepasado por la telebasura, que por ser eso, basura, despide un hedor nauseabundo. Como es lógico, toda sociedad mínimamente civilizada ha de protegerse de todos aquellos falsos informadores cuyos métodos y maneras constituyen un atentado contra la sensibilidad de cualquier ciudadano. Esa televisión basura, cada día más y más encanallada, mendaz, morbosa y ridícula, es ya como esas malas compañías de que todo buen padre debe prevenir al incauto hijo. “Cuidado con las malas compañías”. Hoy, es obvio, la televisión es como ese compañero de salidas y parrandas cuyo influjo ha de ser nefasto. Fácilmente nos espantamos ante la palabra censura, asociada en la memoria de recortes y mordazas infames. Sí, pero ¿qué padre con dos dedos de frente vería con buenos ojos la emisión de pornografía en horario infantil o juvenil? ¿Qué padre admitiría de grado la retrasmisión de una electrocución, una violación, una tortura, un suicidio…? Todavía recuerdo la brutal impresión que en mí, espectador ya adulto, causó ver en el telediario del mediodía la cabeza decapitada de un hombre negro. No quiero pensar cuán hiriente pudo haber sido esa misma imagen en la retina de un tierno infante. No nos engañemos: lo único que desean quienes hacen televisión (o radio) deshonesta, truculenta o morbosa es atraer la atención del espectador, elevar los índices de audiencia y ganar más y más dinero. Ellos se escudan en aquello, ya manido e inverosímil, de que el ciudadano tiene derecho a estar informado; y en el derecho a la libertad de expresión. Si hablasen con propiedad y sin faltar a la verdad, dirían que la emisión de material morboso es rentable para ellos, ya está. Y yo, desde luego, no dudaría ni un por un instante en llevar al cubo de la basura programas nauseabundos como el de Nieves Herrero, el G.H. y todos los de ese jaez, que ya son legión. Cada cosa tiene su sitio. El de la basura no es la sala de estar.
        Saludos.

      • Rodolfo Plata
        1 marzo 2011 a 19:22 #

        Atticus: Usted cita las redadas que se hicieron en los países ocupados para su internamiento en los campos de concentración para su posterior deportación hacia Palestina, donde fallecieron por hambre y enfermedades que se dieron dentro de los campos, y el tatuaje de su identificación, a causa de los rigores de la guerra, como prueba del holocausto. El Nacional Socialismo en todo momento luchó por la expulsión de los judíos no por su exterminio. Si el Fhürer hubiera sido un criminal judío, los habría exterminado en el acto, como lo hicieron los bolcheviques al mando de Lenin y Stalin en Rusia. No soy ningún fascista, pero tampoco un iluso ni un colaboracionista de ZOG. SOY AZNAR EL SIONISTA: http://www.youtube.com/watch?v=1o-hjrc0kAo

    • Francisco Javier
      1 marzo 2011 a 8:57 #

      ¿Pero qué dice este hombre? Esto es absolutamente improcedente aquí. ¡Un verdadero troll fascista! Yo me apunto a la censura.

  21. Ana Cuesta Solana
    1 marzo 2011 a 10:29 #

    Una cosa es la religión como hecho cultural, que debe formar parte del bagaje intelectual de una persona culta. Y otra, muy distinta, es el adoctrinamiento, que es contrario a la libre conciencia. Y que, desde luego, no debería ser una actividad financiada por el Estado. Como tampoco ese adoctrinamiento posmoderno y frívolo de la «ciudadanía», que encima sólo se enseña una hora a la semana.

    Más conocimientos y menos doctrinas. Enseñar a pensar. Y no aborregar.

    • Atticus
      1 marzo 2011 a 15:57 #

      Muy de acuerdo en la primera mitad. Eso sí, conviene no meter en el mismo saco a la Religión (que consta de una serie de creencias) con la Educación para la Ciudadanía, cuyo discutible estatus no puede compararse a la religión, pues consta de un acerbo de valores mínimos (Derechos Humanos, Justicia, Democracia…), que en absoluto pueden considerarse adoctrinamiento. Otra cosa es su inutilidad, el empeño de un gobierno o la escasa dotación horaria. Pero son cosas distintas que una elemental higiene conceptual obliga a no mezclar. Si algo representa la ciudadanía es, precisamente, es la capacidad humana de pensar, la negación del aborregamiento. Por favor, no repitamos lugares comunes.

      • Luzroja
        1 marzo 2011 a 22:10 #

        Aticus, para tu propuesta didáctica tenemos la filosofía.
        Enseñemos: Historia, Geografía, Lengua, Literatura, Filosofía, Arte. Para poder pensar se precisa conocer.

  22. 2 marzo 2011 a 21:01 #

    En fin, Pablo, no voy a contestarte punto por punto, pues no me parece que repliques realmente a mis argumentos (ni siquiera en el punto 1).Sí te diré que cito tus palabras literales -no te atribuyo cosas que no hayas dicho- en el sentido que creo que tienen, y el que me acuses de cinismo por pedirte una prueba de lo que afirmas, me parece una demostración de que predomina el prejuicio ideológico en tu argumentación, que te lleva también a negar la discriminación existente, y mi propio testimonio (así como rechazar una información de prensa a priori por su fuente me parece más bien un rasgo de sectarismo intelectual, propio del laicismo ambiental). Ciertamente, no pondré a prueba mi credibilidad, pues no conozco las estadísticas de aprobados centro por centro. Me alegra, por otra parte, coincidir contigo en ciertos aspectos.
    Cordiales saludos.

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