Equidad educativa a la andaluza


Begoña Canivell

Dice el Sr. Viceconsejero de Educación de la Junta de Andalucía que lo importante en el Sistema Educativo Andaluz es que se ha logrado la equidad, es decir,  que se ha generalizado la escolarización y se dan las mismas oportunidades a todos. Pero hay dos maneras de ser equitativo,  bien igualando a todos a un nivel básico de manera que no se permita destacar a los mejores para que los demás no se sientan inferiores (“buenismo”), o incentivando a los estudiantes para que lleguen  a su más alto nivel, permitiendo que cada uno desarrolle sus potencialidades y que destaquen los mejores de cada especialidad (“pasión por la excelencia”).  En cuál de estos conceptos se basa D. Sebastián Cano para decir que en Andalucía se ha conseguido la equidad queda en evidencia en cuanto echamos una mirada a lo que está ocurriendo últimamente a nuestros propios alumnos, hijos o amigos y en nuestros mismos centros.

Para la Consejería de Educación, la igualdad de oportunidades se consigue facilitando cada vez más la consecución del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, sin tener en cuenta que cuanto más fácil sea menos valor tendrá. ¿Qué hay de equitativo en la existencia de cinco formas diferentes de conseguir el título, siendo cuatro de ellas inventadas para los que fracasaron en hacerlo de la manera apropiada, sin  diferenciarlas en el papel aunque el nivel alcanzado sea muy diferente? ¿No sería más lógico permitir simplemente que se puedan repetir todos los cursos las veces que se necesite hasta conseguirlo, o que se den titulaciones diferentes?  La “diversificación”, el 2º curso del PCPI y las pruebas externas son únicamente formas de conseguir el título de graduado en ESO tramposas y engañosas y que sólo sirven para  lograr  las estadísticas que necesitan los políticos para justificar su gestión (aunque ni así lo consiguen), pero que hacen más daño que el propio fracaso escolar porque devalúan todo el sistema educativo al bajar el nivel exigido en la base y desincentivar a los alumnos que podrían conseguir los mejores resultados ya que su esfuerzo no se ve reconocido.

Pero no es este, por desgracia, el único escollo que encuentra la igualdad de oportunidades en nuestra comunidad. Para añadir dificultades nos encontramos con una crisis económica que tiene dos aspectos fundamentales que inciden en el sistema educativo de manera opuesta y que agravan la situación: por un lado, al aumentar el número de personas en paro, se produce un aumento en la demanda de formación profesional, y por otro, se recortan gastos en el sector público que también afectan a la educación, por lo que la oferta no aumenta. Las consecuencias de esta situación son demoledoras.  Los más afectados son, cómo no, los más débiles, los propios alumnos.

En primer lugar, al haber más demanda de puestos escolares, se aumenta la ratio profesor-alumno  y como consecuencia las aulas de los bachilleratos y ciclos formativos están masificadas. Esto, unido a que los estudiantes de ESO, diversificación, PCPI o ESA, que no pueden acceder a Ciclos Formativos de FP por falta de plazas, se matriculan en bachillerato para no quedarse en la calle, produce una disminución de la calidad  en este nivel realmente preocupante, ya que este alumnado no está en absoluto preparado ni motivado para cursarlo, menos aún en estas condiciones, lo que provocará un aumento espectacular del fracaso escolar en la enseñanza post-obligatoria.

La situación de los estudiantes que quieren acceder a la Formación Profesional  es también problemática.  Además de  no estar preparados a pesar de tener un título, muchos de ellos se quedan sin plaza, especialmente en los ciclos más demandados, por la gran cantidad de personas que al encontrarse en paro deciden volver al sistema educativo. Los efectos que esto produce son evidentes: jóvenes de dieciséis y diecisiete años que no pueden ni estudiar ni trabajar después de haber aprobado una prueba de acceso, PCPI o 4º de ESO con diversificación, porque otros tienen mejores calificaciones. El caso de la prueba de acceso a ciclos es especialmente sangrante, ya que los aspirantes no pueden repetirla ni mejorar la nota, por lo que no les queda más opción que conseguir el título de graduado en ESO.

Estas situaciones planteadas no son hipotéticas sino reales, cercanas y habituales, mis propios alumnos las están sufriendo.  Lo más grave es que las únicas opciones que tienen son, o bien estudiar algo que no quieren, bachillerato o especialidades ajenas a sus intereses, o  matricularse en centros privados cuando tienen tanto derecho como los demás a disponer de una plaza en un centro público. Estos son algunos de los efectos perversos de la equidad mal entendida, de la universalización del título de graduado en ESO y de una crisis económica mal gestionada.

 

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Categorías: Diagnósticos

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37 comentarios en “Equidad educativa a la andaluza”

  1. 12 noviembre 2010 a 16:56 #

    «Equidad educativa a la española» se debería haber llamado el artículo.

  2. Jesús San Martín
    12 noviembre 2010 a 17:07 #

    No hay tal equidad, ya que todos los alumnos son forzados a mantener el nivel mínimo, por no decir nulo, de formación. Si todos los alumnos tuvieran las mismas oportunidades de acceso a la enseñanza se produciría la típica distribución normal en lo relativo a conocimientos. No debemos llamar “buenismo” a lo que es pura maldad, que destruye el futuro de tantas y tantas personas.

  3. 12 noviembre 2010 a 18:06 #

    Hoy quiero dejar aquí unos párrafos de un trabajo de J.M.Lacasa en Magisterio a propósito de la equidad, que como podréis comprobar tiene plena vigencia.

    “Las diferencias entre hombres y mujeres son muy elevadas en España. La diferencia media es de 14 puntos a favor de las chicas, y en todas las comunidades el fracaso escolar es claramente mayor en los chicos menos en Ceuta (donde apenas hay diferencias). La evolución de los últimos años ha permitido reducir la brecha en poco más de un punto.

    Las diferencias son mayores en zonas turísticas y en el sur rural español, y menores en aquellas comunidades más desarrolladas: Madrid, Cataluña, País Vasco y Navarra, además de Aragón y Melilla.

    Si analizan un poco más de cerca las cifras de fracaso de los varones, no pueden por menos que sentir escalofríos: dos regiones, Ceuta y la C. Valenciana, se sitúan alrededor de un 50% (sí, ha entendido bien, la mitad de los chicos no acaba la enseñanza obligatoria), mientras que otras siete comunidades se sitúan por encima del 40%. Sólo cinco comunidades tienen menos del 30% de fracaso masculino, algo a lo que estamos acostumbrados pero que es muy difícil de comprender.

    Pero, volviendo a PISA 2006, sigue sorprendiendo que, en el autoproclamado país de la equidad, un chico ceutí o valenciano tenga alrededor de un 50% de probabilidades de fracasar, mientras que una chica asturiana o vasca sólo tenga un 10% de probabilidades de no acabar la ESO”

  4. Maximiliano Bernabé Guerrero
    12 noviembre 2010 a 18:51 #

    Emilio, estás mentando la bicha: «equidad», diferencias de «género», fracaso escolar de los varones…
    Ten cuidado, no vayan a estar leyendo esto el Rubal o la Bibi (que no está defenestrada, que sólo la han tapado un poco). Si tienes que huir a Sierra Morena, te acompañaré; siempre me fascinó el personaje del Algarrobo

  5. 12 noviembre 2010 a 18:59 #

    La politización de la educación ha sido un desastre de tal magnitud que nos va a costar salir de él más de tres y hasta cuatro generaciones. O se impone el criterio del esfuerzo y el mérito, amen de una pluralidad de vías que nos devuelva, entre otras cosas, la formación profesional a partir de los 14 años, o el sistema se colapsará en poquísimos años, a tenor del ritmo con que aumenta el desprestigio del mismo. O se reconoce que todos somos desiguales y que de lo que se trata no es de igualarnos a la baja por decreto-ley, sino de ofrecer una auténtica y progresista igualdad de oportunidades, o nada podrá hacerse por resucitar un sistema al que han asesinado los sueños de la sinrazón de la antiutopía orwelliana, que,comparados con los de la razón, son auténticas églogas renacentistas. Hace siglos leí El lugar del hombre en el cosmos, de Max Scheler, y discrepé de él porque establecía el concepto de resentimiento como el motor de los movimientos socialistas. Entonces, arropado por la ignorancia, me sentí orgulloso de discrepar de un filósofo. Hoy prefiero no contrastar mi reacción de entonces con la que me depararia una nueva lectura… Con todo, a veces intuyo cierta tendencia al «desquite» social por vía legislativa que me parece una aberración. No sé, a lo mejor es que me he vuelto liberal, que, como todo el mundo sabe, viene de opresión y explotación…, ¿no?

  6. El pobrecito profesor
    12 noviembre 2010 a 19:09 #

    Es muy cierto lo que plantea Begoña. En los centros por los que voy pasando -y llevo seis en 10 años- sólo en uno de ellos el nivel educativo era el adecuado. Por diversos motivos, en los demás se ha bajado tanto las exigencias que, en el actual, ya hasta los alumnos de 2º de bachillerato te demandan menos materia, porque no están preparados ni para analizar una oración simple (doy clases de lengua, y sus comentarios y lecturas en un curso de Humanidades es patético). En la E.S.O., algunos aprueban sólo por ir a clases a diario -hay profesores que lo hacen con la condición de que «no les den la lata»-, y otros para caerles bien y ser «enrollados». Es muy lamentable, pero juro que la realidad es así, pura falsedad para que las estadísticas del centro mejoren y pueda recibir los parabienes de la Administración (y sin estar siquiera en el plan de calidad…), supongo que sólo para no tener problemas o por puro «buenismo».
    Te encuentras ante el dilema de destacarte, porque no apruebes a casi nadie, o de hacer lo que todos hacen, pues uno ve que esto no tiene arreglo.

  7. 12 noviembre 2010 a 20:05 #

    Si alguien ha pensado que por poner sobre la mesa las cifras de fracaso escolar, o por señalar las inasumibles diferencias de género, alguien está proponiendo algo diferente al mérito y la capacidad se equivoca. Los buenos sistemas se caracterizan justamente por hacer compatible un estándar alto de calidad media y al tiempo reconocer la excelencia. Son los malos sistemas los que hacen incompatible ambas cosas, y donde como el caso español demuestra lo que sí es compatible es una bajísima calidad de la enseñanza y un elevadísimo nivel de fracaso y abandono escolar.

    Es en este sistema que tenemos en el que se hace necesario regalar al aprobado para mejorar las estadísticas y en los que es posible superar la materia, como nos recuerda el probrecito profesor, “por no dar la lata”. Sería importante tener en cuenta estos aspectos para no desenfocar el análisis, como sería conveniente tener presente que no es posible hablar con dignidad de sistema educativo, si no se tiene presente la perspectiva de superar unos índices de abandono y fracaso como los que el caso español muestra.

  8. Ania
    12 noviembre 2010 a 20:18 #

    Deberíamos cortar las cabezas de los que han publicado Decretos en los que se prima «el interés del alumnado», la promoción de la autoevaluación y otras lindezas cuyo exclusivo fin es terminar con la autoridad académica y personal del profesor al albur del capricho del discente caprichoso y del padre, orientador y/ o comisario político de turno. Hay prácticas esperpénticas basadas en estas miserables leyes que ningunean la programación del profesor y le somete, durante todo el curso al capricho de ser cuestionada cada actividad o tema programado hasta el punto de conseguir pasarse el curso sin hacer nada excepto burlarse del profesor.

    El Decreto lo propicia y los indivíduos subhumanos que pululan por los centros educativos lo permiten. esperando que no les toque a ellos y echando balones fuera. Los hay que disfrutan.

    Otra Revolución Francesa, educativa en este caso, apetece a los que sufrimos o hemos sufrido de esa guisa pero, tal y como somos, no nos juntaremos para otra cosa que para mejorar nuestros horarios particulares y para comer kokotxas.

    • Ania
      12 noviembre 2010 a 20:31 #

      Desarrollando lo relativo a la programación:

      Si no van a ampararnos para seguirla con un mínimo de paz, ¿Porqué coño nos obligan a pasar horas y horas haciéndola y con fechas nada flexibles de entrega? Ah, claro, para ver si no cumplimos con los plazos y tener un argumento para echarnos encima al inspector de turno cuando les convenga utilizarnos para echar sus balones fuera.

      ¡Qué duro es ésto!

  9. 12 noviembre 2010 a 20:19 #

    Muy de acuerdo con Begoña. La desorientación y el pasotismo campa entre los alumnos. La equidad es un cuento del que siguen viviendo muchos a los que les importa un pito el porvenir de las nuevas generaciones.
    Saludos.

  10. 13 noviembre 2010 a 10:44 #

    Ciertamente, este “igualitarismo” no es sinónimo de calidad. ¡Ni mucho menos! ¡Estos andaluces pretenden igualar por abajo en lugar de mantener el nivel en unos niveles (valga la redundancia) adecuados.
    Por contra, todos sabemos que en Comunidades como Madrid, Valencia, Castilla y León…esto no ocurre. Allí no hay di versificaciones, ni PCPI´s, ni cuatro vías para obtener el Título de Graduado en Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Pues eso.
    Resulta curioso, eso (ESO), por cuanto la Ley de Educación, pese a las transferencias, es la misma en todo el territorio nacional; incluso en la maravillosa tierra de Andalucía.
    Pues si, un alumno debería repetir un curso las veces necesarias ( por ejemplo 14), hasta conseguir los objetivos de ese curso. Así tendríamos grupos de niños de 8 años con adolescentes de 17 o adultos de 43,; ya que, algunos, por diferentes razones, tardan más en conseguir los objetivos mínimos. De paso, eliminamos la Educación de Adultos y eso que nos ahorramos.
    Además, los niños de 8 años capaces de superar a esos adultos rezagados podrían presumir, con más razón, de su nivel intelectual. Vamos, como una carrera donde se mezclan todos los corredores independientemente de sus capacidades físicas. ¿Usted no corre los 100 m. en 15 segundos?, no puede competir con abueletes de su edad, tiene que competir con niños de Primaria. Menos mal que están las fiestas de los pueblos para des-igualar, ya que permiten la diversión de peques y mayores sin distinción. ¿Qué más da que la cabra la tire uno que otro?
    En cuanto al paro, como todos sabemos, es un escollo en Andalucía. No así en el resto de Comunidades, donde la tasa de paro no incide en la Educación. No obstante, ya se encargan de aplicar la Ley a su manera, como en el caso de Valencia con la EpC, donde se buscaron todo tipo de artimañas para no impartirla. ¡Hasta que se les acabaron las ocurrencias y, muy a su pesar, tuvieron que aceptar que la Ley es para todos, incluso para los políticos valencianos, del Partido de los Trabajadores!
    ¿Y por qué habrían de repetir la prueba de acceso a ciclos, o hacerla menos sangrante?, ¿No habíamos quedado en que el que no llegue que se fastidie? ¡O todos moros o todos cristianos!

  11. Luzroja
    13 noviembre 2010 a 11:11 #

    Alonxo, no te falta razón al escribir que no se puede repetir indefinidamente los cursos de primaria hasta que el alumno supiera lo que se le exigiera.
    No podemos premitir que en primaria haya una diferencia de edad de más de dos años, por ejemplo.
    Pero (y hablo de primaria) si realmente un alumno pudiera repetir hasta dos veces en primaria, el asunto cambiaría y mucho.
    Hay que tener en cuenta que en una clase en la que los niños tengan 9 años, y tenemos uno de 11, esos dos años son muy signiticativos para que pueda seguir la marcha de la clase con buen aprovechamiento, si no puede es que es deficiente y precisará de otras ayudas.
    Por lo tanto, repetir dos cursos en primaria no es descabellado, hoy en día se permite en algunos casos debidamente motivados. Lo que no es de recibo es que en una clase de primaria, pongamos de 9 años haya una diferencia de edad de tres o más años, esto es una barbaridad, en esto opino como tú.

    Pero la secundaria es otro asunto, en secundaria sí que debería exigirse la preparación mínima, no los requisitos de edad, de tal manera que en 1º de la ESO se determinara quién puede o no pasar a segundo en virtud de sus calificaciones, y no pasar por muchos cursos que se repitiera.

    Pongamos un ejemplo, en la escuela oficial de idiomas, hay alumnos de edades de 14 años hasta más de 40, y todo marcha bien, las clases funcionan, el alumno aprueba en virtud de si se sabe la asignatura o no se la sabe y punto.

    Por lo tanto podemos convenir que a partir de cierta edad la diferencia de «edades» no debería importar, sino que lo que debería primar es poseer los mínimos conocimientos precisos para poder hacer frente a la asignatura.

    Esto es de cajón.

  12. 13 noviembre 2010 a 11:47 #

    El Sr. Viceconsejero de Educación de la Junta de Andalucía está preparando ya el balance para la próxima campaña electoral. Y ahí tendra que mostrar al reticente y desertor votante los grandes «logros» de unos gestores que desearán seguir en sus poltronas cuatro años más y otros cuatro. Y otros. Así, hasta el infinito.

    Que con lo que sabemos de los resultados de la educación en Andalucía, las autoridades, en lugar de proponer mejoras y cambios para reconducir la situación o , al menos, paliar el desastre, se ubiquen en la autocomplacencia, el narcisismo y la inmensa satisfacción por el éxito conseguido, no se sabe si es signo de impostura o de necedad pedagógica.

    ¿De verdad se cree que con el sistema de rebajas y de falseamiento de los datos académicos se ha logrado la equidad? ¿Sabe ese señor lo que significa equidad? ¿Cómo se mide la equidad? En la escasa evaluación sobre el sistema educativo español, no sólo andaluz, como dice David, todos los resultados objetivos analizados deberían haber provocado una seria y humilde reflexión por parte de las autoridades educativas para tratar de daignosticar adecuadamente los males del tinglado, buscar su etiología y proponer un tratamiento que no sea lo que se ha hecho hasta ahora, que no hace que el enfermo salga del coma.

    Y este señor se presenta ante la sociedad sacando pecho y mirándose al espejo con un injustificado narcisismo. Cabe pensar que si reeligen a los de su tropa, seguirá llenando de «equidad» el sistema educativo. Y que seguirá teniendo muchos motivos para estar encantado de haberse conocido.

  13. 13 noviembre 2010 a 12:28 #

    Luzroja:
    Totalmente de acuerdo. Me parece una buena opción que se permitiera repetir hasta dos veces en Educación Primaria. De todos modos, habría que poner más medios para el aprovechamiento de esos dos cursos. Me da la sensación de que, repetir curso, en muchos casos no sirve de mucho.
    Por otra parte, es verdad que no se puede tender a la «equidad». También puedo entender que un niño que no sabe la lista de los Reyes Godos en ESO puede ser culpa del sistema. Ahora bien, si un niño de ESO no sabe leer y escribir correctamente, tal vez tengamos que hacer examen de conciencia. Por mucho que la TV, la sociedad, los políticos y el cambio climático sean culpables de casi todo. Doce años en un colegio, a mal que se nos dé, dan para mucho. Si queremos, claro. Hay que empezar a diferenciar, para evitar la equidad en el profesorado, entre los que se pasan la vida quejándose y los que, además de quejarse- que es muy sano-, hacen algo por cambiar el día a día, gobierne quien gobierne y gane la liga quien la gane. En mi aula y con mis alumnos nadie interfiere para que, al menos lo básico, lo aprendan.

  14. 13 noviembre 2010 a 12:37 #

    Si empezamos a hacer diferencias entre Comunidades, cuando es evidente que el mal es mayor, mal intento será de intentar solucionar los graves problemas de la educación en este país.
    No vayamos a pensar que en Andalucía estan equivocados y, por contra, en Valencia la educación es ejemplar, cuando hay alumnos que a fecha de hoy no han empezado las clases, cuando se ha impartido clase en barracones, cuando no se cubren las bajas, cuando se buscó todo tipo de excusas peregrinas para no impartir la EpC…y un largo etc. En Madrid, así mismo, se busca la separación por sexos y otras lindezas de los gobernantes de esa Comunidad.
    No caigamos en la autocomplacencia ni en la acusación fácil. Si abrimos los ojos tendremos una visión más panorámica y, en consecuencia, más objetiva de lo que se cuece a nivel nacional en materia educativa.
    Ni Andalucía está peor ni en el resto de Comunidades van sobrados..

  15. 13 noviembre 2010 a 12:42 #

    Parece que una de las características del sistema que tenemos consiste en utilizar palabras con contenido en principio positivo: equidad, igualdad, comprensividad… con significaciones que luego no tienen nada que ver con lo que dice la RAE ni el sentido común. Y es una estrategia más difícil de desmontar de lo que a simple vista parece. Desde luego llamar equitativo a un sistema en el que por término medio el fracaso escolar masculino es doble que el femenino y como demuestra J.M. Lacasa, en el que es posible que un alumno varón de una comunidad tenga cinco veces más posibilidades de fracaso que una alumna en otra comunidad no deja de constituir la mejor manera de prostituir el lenguaje.

    Continuando con la exposición que vengo haciendo en relación con este asunto quiero traer ahora aquí la opinión de una de las personas que con mejor criterio y buen juicio está combatiendo la pedagogía que sirve de soporte a sistemas como el español. Y para contemplarlo con algo más de perspectiva quizá sea más fácil entendernos si hablamos de Suecia que por quedarnos un poco más lejos seguramente podamos analizarlo con algo menos de pasión. Cuenta Inger Enkvist que el modelo sueco era un modelo de calidad alta hace 30 y más años y era un modelo en el que, los resultados masculinos estaban por encima de los femeninos. Pues bien y como en buena medida se puede ver aquí: http://www.magisnet.com/noticia/5588/INFORMACION/informe-desmonta-ocho-afirmaciones-com%C3%BAnmente-aceptadas-verdades.html

    Los resultados han ido descendiendo año a año en una escalada hacia el desastre y es en este contexto que la brecha de género se abre en perjuicio de los chicos y de los alumnos de las clases menos favorecidas. Por eso aún cuando pueda haber quien piense que un sistema con un nivel elevado de exigencia perjudicaría a los chavales que hoy mismo fracasan la experiencia histórica y los trabajos de Inger Enkvist nos dicen que no. Justamente obtienen mejores resultados cuando el nivel de exigencia es mayor. Y para tener añadir todavía un algún elemento de juicio recordar que el actual sistema educativo español valora más la actitud que los conocimientos, y que es por la actitud mucho más que por los conocimientos por lo que buena parte de los alumnos varones se quedan fuera.

    • Luzroja
      13 noviembre 2010 a 14:38 #

      Y por los cuadernos.
      Los chicos tienen unos cuadernos más chapuceros que las chicas, peor letra, sin colorines, sin apenas rótulos y como por esto también hay nota evaluatoria (un 20%), resulta difícil encontrar chavales que tengan sobresaliente, al menos en la ESO ya que se evalua así: 60% exámenes, 20% actitud, 20% cuadernos.
      En fin, que está hecho a medida del sexo masculino.
      Si eres niña tienes más probabilidad de sacar mejor nota en actitud y en cuadernos.
      Un muchacho listo, estudioso, trabajor, de buen comportamiento, pero chapucero en sus cuadernos, jamás podrá optar al 10, a no ser que su madre o alguien le recopie todos los ejercicios con buena letra y presentación y sea ese el cuaderno que presente cuando el profe se lo pida.
      …Todo se andará…peores cosas se han visto…

      • 13 noviembre 2010 a 15:26 #

        Los cuadernos y algunas cosas más. La ministra alemana de familia acaba de destapar el frasco de las esencias con unas declaraciones en las que entre otras cosas plantea conocer que se está haciendo en guarderías y primaria en relación con niños y niñas. Cuestionándose la absoluta feminización de esos niveles hasta el punto de que niños en familias monoparentales regidas por la madre no se tropiezan con la figura masculina en casa y la escuela hasta los 12 años. A mi modo de ver es justamente en estas etapas donde habría que incidir para conocer mejor que está pasando en relación no sólo con las libretas, también con la lectura comprensiva. El tema de las libretas no deja de tener su aquel porque se arrastrará hasta la Universidad y no es difícil encontrarse con alumnos de ese nivel que no tienen ni idea de coger unos apuntes porque no llegaron a hacerlo bien en ninguna de las etapas educativas previas. La verdad es que es un tema lamentablemente poco estudiado pero sobre el que cada día se acumula un mayor conocimiento gracias a la neurociencia pero también a trabajos de campo.

    • Francisco Javier
      13 noviembre 2010 a 18:02 #

      En mi opinión, de lo que se trata es simplemente de que los chicos dan en términos generales -lo que no quita que haya un número preocupante de chicas muy guerreras- generan más problemas de comportamiento, razón suficiente para que suspendan más. En la ESO -todos los sabemos- con que seas un poco modosito y lo «intentes» (aunque tu coeficiente intelectual sea el de una mosca) hay mecanismos de sobra para hacer titular a quien sea y como sea, pero algunos mozos son tan brutos que ni por esas.

    • Ania
      13 noviembre 2010 a 20:52 #

      Equidad, igualdad, comprensividad; «ESCUCHO TU VERSIÓN-ESCUCHO SU VERSIÓN», escribes tu versión: profesor, escriben su versión, los alumnos, los padres… y así , la versión del profesor queda ninguneada entre la sarta de mentiras interesadas del resto:

      O de cómo las hermosas palabras y los fundamentos de prácticas democráticas conducen a lo contrario de lo que pretendían cuando se fueron concebidas.

      Alguno me tachará de ingenua y pensará que ni siquiera fueron concebidas con buena intención….

  16. Francisco Javier
    13 noviembre 2010 a 13:43 #

    El principio que impregna nuestro equitativo sistema (no sólo Andalucía, sino en toda España como bien señala David) es el de discriminación positiva (para todos aquellos que son legión y que en un sistema racional y mínimamente objetivo no tendrían ninguna oportunidad de ir más allá de un 1º de la ESO o, incluso de superar los objetivos de la Primaria): es necesario inventar trampas (Adaptaciones, Diversificación, PCPI de dos años con regalo de título, promociones automáticas, aprobados falsos, regalos, regalos, etc.), para que el sistema no se colapse, estallé. Un segundo paso, para ser coherentes, sería el de extender este igualitarismo al mundo del trabajo, estableciendo leyes que no permitan que las empresas soliciten información académica sobre los candidatos, ya que esto se traduciría en discriminación: «¿Dónde cursó Usted sus estudios de…? – En el instituto X y luego en la Universidad Y – Siguiente.» Todo se andará.

    Lo más triste de todo esto es que la llave de la solución al problema la tenemos nosotros, los docentes, los principales responsables de la corrupción del sistema. ¿Quién nos prohibe tomarnos en serio nuestra programación, no entrar en las prácticas del colaboracionismo? Somos nosotros los que por puro interés: no tener problemas con alumnos, padres, directivas, orientadores, inspectores, colegas; que nuestro centro sobreviva; que no me toquen los alumnos peores, los de la parte chunga del polígamo;…(hay muchas razones), somos nostros los que mantenemos y legitimamos esto. No nos lamentemos entonces.

    • Raus
      13 noviembre 2010 a 14:16 #

      Estoy contigo, Francisco Javier. Creo que ya basta de echarle la culpa a las dichosas leyes. Si ya sabemos que son nefastas, neguémonos a aplicarlas de una bendita vez. Sé de sobra que es más fácil decirlo que hacerlo, pero es que la cuestión es precisamente ésa: que la ley sigue adelante porque no hay, en demasiados, la determinación necesaria para plantarle cara. Hace falta un cambio en la estructura del sistema, eso es obvio. Pero ese cambio no va a venir como por arte de magia. Vendrá cuando los disidentes opongan una verdadera resistencia a la actual situación, cuando se presione con coraje. Si el acto de resistencia se nos antoja poco menos que heroico e ímprobo y por ello dejamos seguir todo hacia adelante, ¿qué o quién va a cambiar esta situación? Obviamente, no los políticos, no los sindicatos, no los padres (que, en su mayoría, maleducan a sus retoños hasta límites vergonzosos), no los pedabobos. Al director que viene con sandeces pedagógicas hay que plantarle cara y decirle NO, al psicopedagogo de turno hay que decirle NO, al sindicalista pancibarbudo hay que dicirle NO, al padre que exija el aprobado para su chico hay que decirle NO. O eso o esto no hay quien lo pare. Entre el clavel y la rosa, su majestad es coja.

  17. Raus
    13 noviembre 2010 a 15:27 #

    Perdón por el gazapo, quería decir «entre el clavel y la rosa, su majestad escoja». Me traicionó el subconsciente.

  18. Begoña Canivell
    13 noviembre 2010 a 16:16 #

    No es que yo piense que lo que recojo en el arículo suceda sólo en Andalucía, es que es la realidad que conozco de cerca y por eso lo sitúo geográficamente, porque tampoco puedo (o podía) asegurar que sea así.
    Yo no sugiero que desaparezca la enseñanza de adultos o que se mantenga a los niños repitiendo el mismo curso año tras año, pero sí que se tenga en cuenta que la Primaria es la base de todo, y que las carencias que traen de esa etapa es casi imposible compensarlas en Secundaria. A veces llegan niños a los IES que no saben ni leer y no han repetido ningún curso en Primaria, esto debe tener algún motivo, pero al menos yo no alcanzo a saber cual.
    Lo que no se puede negar es que el nivel alcanzado por las diferentes vías que existen para alcanzas el título de ESO no es el mismo y no se debería considerar así.

    • Francisco Javier
      13 noviembre 2010 a 18:40 #

      Llevas mucha razón, Begoña. Hay niños que según entran al instituto (o al concertado de turno) están ya a priori condenados al fracaso (es algo que ya en el primer mes se percibe con claridad.) . Se diga lo que se diga y por mucha penita que dé, el instituto no es el lugar idóneo para un tipo de alumnado que lo único que puede hacer en un instituto es ver mermada su autoestima y en muchos casos reaccionar violentamente, con toda la problemática que de aqui se deriva (el ethos lamentable que caracteriza nuestros centros y que propician cualquier cosa menos un ambiente motivador para el estudio.) Una solución es la que propone «Deseducativos»: elección a partir de los 14 años -de acuerdo a las posibilidades y motivaciones reales de cada alumno- entre: instituto (orientado a la Universidad y los estudios superiores), FP (que es clave y ha de ser financiada y valorada al máximo) y un tercer camino de Inserción Profesional (serio, bien cuidado y obligatorio hasta los 16 años.) Para mí esta es una medida necesaria y de sentido común, que si no resolvería el problema de fondo (muy difícil de resolver), al menos sería sumamente beneficioso para la sociedad. Sin embargo, para muchos un sistema así les parece fascista y un horror comparable a la Shoa. Supongo que para estas personas, Alemania no ha salido aún de la época de los campos de concentración (en el sistema alemán a alos alumnos se les diversifica a los doce años o antes dependiendo del Estado Federal.)

      Muy bueno tu artículo, que plantea a las claras el Problema. Un saludo.

  19. Jesús San Martín
    13 noviembre 2010 a 17:27 #

    Begoña ¿has observado que te han puesto a la defensiva? “Yo no sugiero que desaparezca la enseñanza de adultos o que se mantenga a los niños repitiendo el mismo curso año tras año”. Esa técnica de ponernos a la defensiva, de acusarnos de fachas, de prostituir el lenguaje como menciona Emilio más arriba, de romper la lógica, del esperpento de hablar de alumnos de primaria con 40 años, es lo único que pueden hacer estos imbéciles sectarios y demagogos para tapar el desastre y el sufrimiento de miles y miles de niños, a los que han avocado a la incultura y a ser mano de obra barata y pasto de caudillos de todo tipo. No los verás enfrentándose a los datos aportados por Emilio, porque la demagogia y la estupidez se desnuda frente a ellos, y nos muestra a los genocidas de la niñez: resentidos ególatras e incompetentes, que se encaraman a sus propias heces.

  20. 13 noviembre 2010 a 18:40 #

    Totalmente de acuerdo Begoña con este comentario. Saludos.

  21. 13 noviembre 2010 a 18:50 #

    BIen, hace días apuntaba este humilde servidor que buena culpa de cómo está la educación es nuestra, de los docentes. Entonces, muchos se rasgaron las vestiduras y lanzaron de todo por su boca.
    Como el tiempo da y quita razones, ya van apareciendo comentarios en los que se señala esta parte obviada y criticada hasta ahora.
    ¿Quién sale a protestar cuando un compañero sufre acoso?, ¿Quién cuando los itinerantes, interinos, provisionales tienen problemas? ¿Quién critica en los claustros todo lo que se critica en la barra dle bar? ¿Quién le dice al inspector que tanto documento y tanto papel no sirve para nada?
    Y por contra: ¿Quién está apoyando a unos sindicatos subvencionados? ¿Quién va a seguir votando a tanto liberado sindical que huye del aula como de la peste?
    Lo dicho, si un niño a los 14 años no sabe leer ni escribir, la culpa no es de ZP ni de Aznar. Lo que haya que denunciar, hágase por vía legal y hágase llegar donde proceda. Y lo que no, a currárselo en el aula, que para eso nos pagan.
    Cada día convivimos con compañeros que llegan tarde al centro, que no perdonan el café pero sí horas de clase, que pasan olímpicamente de la formación, que todas sus críticas son por la espalda. Y son, precisamente los que pretenden dar lecciones. De educación, no, desde luego.

  22. Luzroja
    13 noviembre 2010 a 19:50 #

    Alonxo, si un chico a los 14 años no sabe leer ni escribir (o lo hace rematadamente mal) es muy probable que la «culpa» no sea del maestro y te diré por qué.
    Cuando un maestro tiene en su clase a un alumno que no consigue leer ni en 1º ni en 2º de primaria, automáticamente se organizan clases de apoyo a lectura en exclusiva para este alumno, si ni por esas consigue aprender a leer, se empieza a pensar que algo le ocurre al chico ( a nivel intelectual) y se pone remedio (dentro de nuestras atribuciones).
    Otra cosa es que te llegue un niño de lo más profundo de marruecos, que no haya visto una escuela en su vida, que no hable castellano ni francés y que esté con el susto metido en el cuerpo durante más de medio curso. Este niño aprenderá a leer en primaria dependiendo de la edad con la que llegó a España y de factores personales.
    Los hay que cambian de colegio más que de chaqueta y en el trasiego consumen meses sin escolarizar, en estos casos si el chiquillo es justito, aprenderá a leer muy mal.
    Los hay que tienen problemas visuales que no se detectaron a tiempo, y cuando eran pequeños (3 años) se vieron sometidos a una proximidad visual para la que no estaban preparados agudizándose el problema, es el caso cada día más abundante de los niños con problemas de optometría (algo muy apasionante) para los que leer es imposible, en estos casos hay cuadros dramáticos de chicos con 11 años que invierten las sílabas, inventan palabras, las cambian por intuición, en definitiva un drama.

    Si tú tienes en 1º de la ESO un alumno que no lea, apostaría a que alguno de estos factores se cumplen en él.

    Se nos tiene que meter en la cabeza que leer es una actividad que pueden hacer TODOS, incluso con cocientes intelectuales bajos, si un alumno no lee, ten por seguro que no es descuido del maestro.

    • 13 noviembre 2010 a 20:22 #

      Doy fe de ello. Trabajo con inmigrantes que pasan del régimen de inmersión en catalán a clases de castellano. Con cierta dedicación por su parte y con generosa receptividad hacia mis indicaciones es posible, en seis meses, oírles leer sin apenas dificultad de reconocimiento de las grafías, aunque aún, como es lógico, no respeten ni la puntuación ni la acentuación de todas las palabras y les cueste Hermes y ayuda entonar las preguntas o las frases exclamatiivas; por el contrario, a la que se nieguen a salir del gueto de sus relaciones familiares y amistosas, en su lengua de origen, no aprenden ni en los cuatro años de la ESO, y tengo sobrados casos que lo atestiguan. El factor humano es esencial en el proceso educativo y ni siquiera la atención individual es capaz de vencer ciertas carencias básicas.

  23. Raus
    13 noviembre 2010 a 20:57 #

    Creo yo que hay una diferencia sustancial entre:

    A) lamentarse de que los docentes no se rebelen contra las nefastas leyes y politicastros que tenemos (lamento muy común en este blog) y

    B) decir que las leyes y los políticos no tienen la culpa de nada, que toda la tienen los docentes.

    Creo que sólo una de estas afirmaciones puede escandalizar al profesorado.
    Sea cual sea el grado de (co)responsabilidad de los profesores en la calidad de la enseñanza, será una responsabilidad inevitablemente relacionada con las leyes vigentes. Si las leyes educativas de un país no tienen nada que ver con la situación educativa de ese país es que las leyes son irrelevantes. ¿Lo son? Pues si lo son, fenomenal: en adelante, nos bastará con derogar las hoy vigentes y no promulgar ninguna que las sustituya.

    • Francisco Javier
      14 noviembre 2010 a 11:59 #

      Totalmente de acuerdo, estimado Raus:

      De hecho uno de los caballos de batalla de los partidarios de que todo siga igual es desviar el problema hacia el heroísmo docente y todo tipo de subterfugios que no cuestionen el status quo. La resistencia y la responsabilidad docente son un primer paso hacia la reivindicación de un Sistema radicalmente otro, en el que no quede ni rastro de la sinrazón que nos abate, de nihilismo educativo posmoderno. Por muy buena voluntad que tengan los docentes, nada sustancial se puede cambiar cuando la estructura dominante permanece inalterada. Y mientras no tengamos claro esto seguiremos construyendo castillos de arena e inmersos en polémicas estériles.

    • Francisco Javier
      14 noviembre 2010 a 12:41 #

      Quiero añadir un elemento más polémico y que probablemente a algunos les va a fastidiar:

      Cuando en una Comunidad, tal es el caso de Andalucía, no sólo se ensalza lo que podríamos denominar: «»PLANES DE FOMENTO DE LA PEREZA, LA ESTULTICIA Y EL SEÑORITISMO» (es decir la política educativa vigente), sino que además se practican sistemáticamente políticas de fomento de la picaresca y la corrupción, cuya finalidad no es otra que perseverar en el poder -asegurándose el beneplácito del votante- y medrar socialmente (el último ejemplo lo tenemos en el polémico intento de la Junta de enchufar a miles de personas por decreto:

      http://www.kaosenlared.net/noticia/rebelion-funcionarios-andalucia-contra-enchufismo-masiva-desafiliacion ),… entonces tenemos todos los elementos estructurales que hacen de la Comunidad andaluza lo que de sobra es consabido (paro brutal, descenso del bienestar, fracaso escolar escandaloso.)

      Me reservo para otro momento el caso de la Comunidad de Madrid -en la que trabajo-, y en la que encontramos otros ejemplos estructurales de corrupción y de estulticia mal intencionada ( el gran negocio de la Concertada: rentable a nivel electoral y económico; da votos y permite hacer pingües negocios. )

      • 14 noviembre 2010 a 13:16 #

        Muy fiel retrato de la putrefacción social y política de Andalucía, que encima se presente como «de izquierdas».

  24. 14 noviembre 2010 a 10:15 #

    Luzroja:
    Pues yo diría que 14 años dan para mucho. Ponga todos los impedimentos que quiera y no me diga que hay modo de justificar que un niño en tanto sea incapaz de aprender lo más básico: leer y escribir. He trabajado con niños de Rumanía, de Bulgaria…y han aprendido a leer y escribir en meses. Los apoyos, por otra parte, son decisión de los tutores junto con el Jefe de Estudios; es decir, nadie los impone, tenemos opción de opinar y decidir sobre ellos. Podemos echar la culpa al sistema de asuntos más ajenos a nuestra tarea, como que nos cambien de Ley cada cuatro años, transferencias, etc., pero la tarea del día a día es nuestra y no hay Ley ni documento que nos impida enseñar a leer a los chicos. Saludos.

  25. 14 noviembre 2010 a 11:36 #

    Esperaba algo más de este hilo, al menos en lo que respecta al fracaso escolar masculino. Tengo la impresión de que no es un asunto para despachar diciendo que son unos brutos que se niegan a aprobar. Las cifras están ahí: 50 % de fracaso en 2 comunidades; por encima del 40 % en siete, y sólo en 5 el porcentaje baja del 30%. En mi opinión es quizá el problema más acuciante de nuestro sistema educativo y cualquier alternativa a lo existente, que se precie, debe tener claro que ofrece para abordarlo en condiciones.

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